Temporal en la gran banca
Los dos grandes bancos españoles, el Santander Central Hispano y el BBVA, han sufrido en el primer semestre del año las consecuencias de la crisis que padecen los mercados latinoamericanos. La devaluación de sus monedas, unida a la depreciación del dólar frente al euro, ha pasado una dura factura en la cuenta de resultados de ambos bancos, que se han visto obligados a revisar a la baja sus previsiones para el ejercicio en 450 millones de euros en los dos casos.
Pese a esta situación difícil, que ambos bancos califican de coyuntural salvo en lo que se refiere a Argentina, las dos grandes entidades financieras han empezado a recuperar cuota de mercado en España, mercado en el que están centrando sus principales objetivos. De hecho, el comportamiento del negocio bancario español, centrado en la banca minorista, ha vuelto a confirmar el acierto de la estrategia de las entidades españolas frente a la del resto de los grandes grupos bancarios internacionales, en los que la banca de inversión tiene un peso que poco o nada tiene que ver con la española. Es cierto que las ganancias en épocas de bonanza económica son más llamativas, pero también lo son las pérdidas en épocas de desaceleración. Y a pesar de que los dos grandes bancos y La Caixa (por sus provisiones en Telefónica) han visto mermados sus resultados si se comparan con los de 2001, sus caídas son, hasta ahora, inferiores a las de otros grandes bancos europeos.
Hay que retroceder más de una década para encontrar unos resultados de los cinco grandes grupos bancarios españoles peores que los del último semestre, que han caído un 12,4%. Sin embargo, salvo en Argentina, donde están atrapados también grandes bancos internacionales, todo parece indicar que los peores momentos han pasado. En esta previsión más optimista de la evolución del negocio y de los beneficios, basada en que las provisiones ya están hechas, parecen coincidir tanto las entidades afectadas como los analistas. 'Todos estamos pensando ya en 2003, el 2002, salvo sorpresas inesperadas, ya lo hemos superado', señala un alto cargo de uno de estos bancos. Sólo el Santander puede sufrir algún nuevo sobresalto por su exposición en Brasil, el gigante latinoamericano inmerso en una crisis agravada por la pugna electoral. El problema más urgente que deben afrontar tanto el BBVA como el SCH es mejorar su cotización en Bolsa, pero para ello hace falta recuperar la confianza del inversor.