Los bares y terrazas de Barcelona se oponen a una nueva ordenanza
La próxima aprobación de una ordenanza municipal por parte del Ayuntamiento de Barcelona para regular la actividad de bares, restaurantes y terrazas situados a pie de calle supone una amenaza para su continuidad, ya que sus propietarios no podrán hacer frente a las exigencias de la normativa, según denunció ayer el Gremio de Restauración de Barcelona, organismo que engloba 2.500 bares, restaurantes y cafeterías de la capital catalana.
La normativa, que se debatirá en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona el próximo septiembre, establece una hora de cierre (las 24 horas de lunes a jueves y la una de la madrugada para viernes, fin de semana y víspera de festivo) que los restauradores consideran insuficiente. La futura ordenanza nace con el propósito de regular los niveles de ruido y evitar molestias a las comunidades de vecinos.
Hasta el momento, los 10 distritos de la ciudad eran los encargados de regular la actividad de los locales ubicados en su área de influencia. El borrador de la futura ordenanza también obliga al propietario del local a guardar todo el material dispuesto en la vía pública dentro de su establecimiento.
Esta exigencia es el punto que más críticas ha levantado entre los restauradores, ya que la mayoría de los locales no cuenta con espacio en su interior para guardar mesas, sillas y parasoles que disponen en la calle, argumentó el presidente del Gremio de Restauración de Barcelona, Gaietà Farràs. El futuro texto también establece un tiempo máximo de 20 minutos para llevar a cabo la recogida del material. El gremio ha elaborado una encuesta en diversos barrios de Barcelona para conocer la opinión de los vecinos acerca de los bares situados en la vía pública. El 60% de los encuestados opina que las terrazas crean ambiente de barrio. El estudio del gremio también pone de manifiesto que los barceloneses frecuentan asiduamente estos establecimientos y se muestran partidarios de alargar el horario de cierre más allá de las 24 horas.
Un total de 11 cierres
El Gremio de Restauración de Barcelona también denunció que la semana pasada, en tan sólo dos días, el consistorio dictaminó el cierre de 11 establecimientos del distrito de Ciutat Vella por incumplimiento de horarios. Farràs reconoció que 'sí se producen conflictos en zonas determinadas de Barcelona, aunque estos problemas puntuales no deben extrapolarse al resto de la ciudad'. El presidente del gremio argumentó que la asociación siempre ha promovido la convivencia entre los vecinos y los establecimientos.
Farràs también indicó que el organismo siempre ha colaborado con el Ayuntamiento de Barcelona para concienciar a sus agremiados del cumplimiento de las normativas. El responsable del gremio, que confía en que el ayuntamiento modifique el borrador de la normativa, explicó que la regulación de la actividad y de los horarios debe continuar siendo una potestad de los distritos.