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Millonaria compensación para Richard Branson

Sir Richard Branson cobrará 100 millones de libras (155 millones de euros) de dinero del contribuyente en compensación por la falta de mejoras en la vía del norte de Inglaterra que utiliza su compañía de ferrocarril Virgin Express. El Gobierno ha concedido el pago para evitar que Branson recurra a los tribunales, como había amenazado. Virgin Express no ha podido poner en servicio sus nuevos trenes de alta velocidad debido a los retrasos en las obras que tenía que haber realizado Railtrack, la operadora de la red ferroviaria que se encuentra en quiebra desde el año pasado. Los nuevos trenes de Virgin Express ya se han estrenado pero circulan con un fuerte recorte en su velocidad máxima debido al precario estado de la vía.

Fuentes cercanas a Virgin Express airearon que Branson estaba dispuesto a poner una demanda judicial por más de 250 millones de libras (unos 390 millones de euros) y que el Gobierno se enfrentaba a un caso que podría durar hasta tres años. 'Richard está furioso con la cantidad de quejas de los usuarios y no le cabe duda de que el responsable de esta chapuza es el Gobierno', dijo un socio de Branson.

Virgin Express es el único negocio que ha fallado de Virgin Group, un imperio que abarca desde la aerolínea Virgin Atlantic hasta una compañía de móviles, tiendas de discos, agencias de viajes, una cadena de hoteles y una casa de alta costura. Branson, de 50 años de edad, ha podido compaginar su pasión por los negocios con una vida de aventuras, que le ha llevado incluso a un intento de dar la vuelta al mundo en globo.

La decisión de echar mano al erario público para compensar a Branson ha levantado protestas en el Partido Laborista. 'Me parece un escándalo que el país tenga que compensar con fondos públicos el fracaso de Railtrack', dijo Louise Ellman, diputada. 'Hace falta un firme compromiso de las autoridades de modernizar la vía ya para evitar que se agrave el retraso económico del norte del país'.

Las demoras en las obras significan que los nuevos trenes, diseñados para alcanzar una velocidad de 225 kilómetros por hora en la ruta entre Londres y Glasgow, no podrán de momento sobrepasar los 175. La compañía de Branson ha invertido unos 2.000 millones de libras (3.100 millones de euros) en infraestructuras para preparar la nueva vía. 'Hemos decidido tomar cartas en el asunto para estabilizar el servicio mientras se resuelvan estos problemas', dijo Nick Newton, director de la Strategic Rail Authority, el organismo que gestiona la política ferroviaria oficial. 'Reconocemos que la situación ha causado dificultades a corto plazo a Virgin Express'.

Tras la quiebra de Railtrack, la sociedad Network Rail, que cuenta con el apoyo financiero del Ejecutivo, se ha hecho cargo de la gestión de las vías y del sistema de señalización.

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