Aznar asegura que la crisis bursátil no afectará al crecimiento ni al consumo
Las preguntas selectivas que trasladaron ayer al presidente del Gobierno los asistentes al curso de verano de la Universidad Complutense que dirige el PP, le dieron pie a emitir un mensaje de calma a los mercados españoles. En su opinión, la crisis económica internacional ha sido 'de intensidad fuerte, pero poco extensa', y la recuperación ya ha comenzado. 'Hay problemas de confianza por cuestiones empresariales en Estados Unidos. Entiendo la preocupación de los inversores. Pero aquí en España no va a afectar al crecimiento ni al consumo. Nuestros objetivos económicos se pueden mantener sin mayores riesgos', aseguró. El presidente sostuvo que la ventaja de la que goza España proviene de haber conseguido antes que nadie el equilibrio presupuestario, lo que permite, a su juicio, seguir creando empleo. 'Espero que la Bolsa retome la calma y vaya por sendas de prosperidad', abundó.
Ya no es 'concursante'
Otra pregunta de un estudiante puso en bandeja a Aznar la crítica al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aunque admitió de forma implícita que le ganó en el reciente debate del estado de la nación.
En su opinión, Zapatero carece de proyecto alternativo y en el reciente debate parlamentario consiguió un buen resultado y 'consolidarse en su partido, porque yo ya no voy de concursante, voy de proyecto de ideas. Ya saldrá nuestro concursante...', comentó con ironía en referencia a su sucesor.
El presidente insistió en la idea de que se encuentra en retirada política. 'Mi interés por quedar bien ya es el relativo del que no compite', sentenció. En el mismo contexto se felicitó por tener un partido 'que tiene como objetivo colocar a España entre las mejores democracias del mundo'. Ya en clave interna, advirtió que el PP no abandonará el espacio de centro reformista, pues es el que aglutina, a su juicio, al mayor número de ciudadanos.
Según los cálculos del presidente, las propuestas defendidas por Zapatero en el debate del estado de la nación costarían 18.000 millones de euros. 'La actividad política no debe consistir en prometerlo todo para caer bien y ser más simpático', dijo en alusión al líder socialista.
Aznar se mostró 'sorprendido' de que Zapatero 'renuncie al centro político', una actitud que definió como de 'radicalidad estéril'. Esta estrategia, prosiguió, le hará perder votos. 'Más, cuanto más vaya a la izquierda', vaticinó, después de recordar el fracaso cosechado por el PSOE tras su acuerdo con IU en las últimas elecciones generales.
Aznar reiteró también que el instrumento principal que utilizará para derrotar a ETA será la ilegalización de Batasuna.
Ni una sola mención a los sindicatos
Aznar defendió ayer con firmeza la necesidad de continuar con la reforma laboral en la misma dirección que otros países europeos, pues, en su opinión, la que ahora se tramita en el Congreso va a aportar 'un trabajo más estable y seguro'. El presidente no realizó una sola mención a la voluntad de que estas reformas sean pactadas con los sindicatos.
Un objetivo prioritario de la política económica, mantuvo Aznar, sigue siendo el pleno empleo, 'algo que hace seis años era de carcajada'. A su juicio, el PSOE arrojó la toalla en este objetivo con una tasa de paro del 24% y ahora propone políticas que sólo conducen al déficit público y a la destrucción de puestos de trabajo. 'Dicen que el PP es antiguo cuando la realidad es que nuestras ideas barren en Europa...', comentó Aznar.