Móviles pierde 4.333 millones tras sanear su inversión en Alemania, Italia y Suiza
Telefónica Móviles ha sido la primera en dar un paso al frente y admitir en su contabilidad que las inversiones en licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) no valen lo que se pagó por ellas. La empresa recalca que las provisiones extraordinarias por saneamiento de activos no suponen una salida de caja. El dinero ya salió cuando se pagaron las licencias y seguía saliendo con las pérdidas operativas en Alemania, donde se paraliza ahora el negocio.
Acaso Móviles se puede permitir limpiar su balance antes que sus competidoras porque su dispendio fue menor que el de la mayoría de ellas. Empresas como Vodafone, Orange o Deutsche Telekom no sólo tienen pendiente sanear lo pagado por las licencias de tercera generación, sino que tampoco han limpiado en sus balances otras adquisiciones efectuadas a precios de burbuja. En el caso de Vodafone, por ejemplo, los fondos de comercio derivados de adquisiciones como las de Mannesmann o Airtel representaban a 31 de marzo pasado cerca de 200.000 millones de euros, en torno al doble de la propia capitalización bursátil del gigante del móvil.
A Telefónica le correspondieron 4.845,4 millones de euros de los 8.471 que le costó la licencia compartida con Sonera en Alemania; 1.490,3 millones de los 3.269 de la licencia italiana y asumió en solitario 117 millones en Austria y 32,5 millones de Suiza.
Los saneamientos extraordinarios de 4.902 millones equivalen a tres cuartas partes de esas inversiones y condicionan los resultados de Móviles. Excluyendo su impacto, el beneficio neto del primer semestre de 2002 hubiera alcanzado los 569 millones de euros, con un alza del 50,3%.
Los ingresos aumentan el 14,8%, por el mayor número de abonados y el incremento del tráfico. El negocio en España, motor de la empresa, crece un 20,5% y suponen ya el 71,2% de los ingresos consolidados. La mejora de la rentabilidad operativa permite que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) crezca un 20,2% en el semestre hasta 1.864 millones. La desaceleración en el ritmo de crecimiento en el segundo trimestre ha sido pequeña (hasta situarse en el 18,4%), a pesar del significativo impacto negativo de los tipos de cambio.
El crecimiento orgánico del Ebitda asumiendo tipos de cambio constantes se hubiera situado en el 21,9%, muy cerca del verdadero. Es decir, que lo que Móviles pierde por el impacto cambiario lo recupera con el crecimiento vía adquisiciones.
Móviles se ha apretado el cinturón ante el adverso entorno operativo, de modo que las inversiones consolidadas se sitúan un 36% por debajo de las realizadas en el primer semestre de 2001.
Ello ha permitido una fuerte generación de flujo libre de caja consolidado, que en los primeros seis meses del año alcanza los 1.017 millones de euros, con un crecimiento interanual del 123%. En el segundo trimestre, la generación de flujo de caja libre se sitúa en 470 millones. El flujo de caja libre por acción se sitúa en 0,24 euros, un 110% superior al del primer semestre de 2001. Telefónica Móviles ha insistido más que nunca en las partidas relacionadas con la caja, el elemento más objetivo, dado que además el resultado neto es en esta ocasión negativo.
Pago de dividendo
La caja disponible permite a la compañía anunciar el establecimiento del dividendo a partir del próximo ejercicio, modificando así la política de retribución al accionista anunciada por Móviles al salir a Bolsa en noviembre de 2000. Será su propia matriz, Telefónica, la que reciba el 93% de esos pagos dada su participación, con lo que podrá a su vez retribuir vía dividendo a sus accionistas.
La generación de caja y la capitalización de préstamos han permitido también una fuerte reducción del endeudamiento. La deuda financiera neta consolidada se ha reducido en 3.411 millones desde diciembre de 2001 hasta situarse en términos proporcionales en 6.381 millones.