Las pesetas sin canjear dan margen para dejar la deuda por debajo del 55% del PIB
En el caso de España, aún queda en julio por canjear a euros el 5,6% del total de los billetes y monedas en pesetas que había a 31 de diciembre de 2001. Una cantidad pequeña en porcentaje, pero muy alta en términos absolutos, ya que asciende a 2.723 millones de euros (453.000 millones de pesetas), según los últimos datos del Banco de España (correspondientes al 24 de junio), un volumen equivalente al 0,4% del producto interior bruto (PIB).
De esta cantidad, aproximadamente 1.000 millones de euros corresponden a monedas en pesetas, y los 1.723 millones de euros restantes, a billetes en pesetas.
Aunque es difícil de prever qué parte de esta cantidad será canjeada finalmente (el periodo de canje en España es indefinido), el Banco de España estima que no será muy grande, una vez que ha transcurrido el periodo de convivencia entre las dos divisas (enero y febrero de 2002). De hecho, en junio sólo se canjearon pesetas por valor de 300 millones de euros (50.000 millones de pesetas). Desde el 1 de julio el canje se sigue efectuando de forma gratuita, pero no en cualquier entidad financiera, sino sólo en la sucursales del Banco de España. La decisión sobre cuándo y qué es lo que se hace con el equivalente del efectivo no canjeado es decisión exclusiva del Gobierno. Lo normal es que estos fondos acaben contabilizándose como ingreso en el Tesoro para fines generales de política económica. Unos 2.700 millones de euros dan para mucho en un presupuesto público. Si se destinasen a reducir deuda, el peso de ésta podría descender cerca de medio punto de PIB, algo que, en términos agregados, es mucho.
Actualmente el volumen de la deuda pública se encuentra cercano al 56% del PIB. Unos 306.000 millones de euros son deuda viva del Estado. Para este año el Tesoro tiene prevista la emisión, en términos brutos, de cerca de 64.000 millones de euros, una cifra similar a la de 2001.
De ellos, algo más del 55% corresponderá a bonos y obligaciones. Las amortizaciones de deuda previstas se acercan a 59.000 millones de euros.
El calendario de emisiones se ha hecho más flexible en relación a otros ejercicios, con un sistema de anuncios trimestrales que especifica la referencia a subastar en cada trimestre.
La emisión de letras está creciendo en términos brutos y previsiblemente será positiva en términos netos por primera vez en los últimos años. Con ello, el Tesoro pretende aprovechar las buenas condiciones de financiación a corto plazo y moderar la tendencia al alza de la duración de las carteras.