_
_
_
_
Secretos de despacho
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Vitrubio, un trazo moderno

El presidente de la agencia de publicidad, Miguel Ángel Furones, no pasa mucho tiempo en su lugar de trabajo. Casi siempre está viajando por las 96 oficinas de la compañía. El único capricho que tiene es una mesa de diseño de cristal

La sonrisa le brota de forma natural. Miguel Ángel Furones, presidente de la agencia de publicidad Vitrubio/Leo Burnett y director creativo de las 96 agencias que tiene repartidas la compañía por el mundo, se confiesa optimista por naturaleza. 'Me gusta tener buen ánimo y sobre todo ver la botella siempre medio llena. De esa manera, se consigue tener buenas ideas para desarrollar un trabajo tan creativo como el que se desarrolla en una agencia de publicidad', explica.

Ocupa desde hace siete años un despacho en una de las plantas altas de un edificio de diseño de Madrid, cuya entrada está decorada con dos gigantescos lapiceros, un símbolo de la compañía. æpermil;l mismo lo cuenta: 'Los lápices forman parte del emblema de la empresa porque a su fundador, Leo Burnett, le gustaba pintar siempre con lapiceros gruesos. Y mantenemos esa idea, que nos parece original'. En su lugar de trabajo y sobre una de las mesas auxiliares descansa un lámpara también con forma de lapicero, 'fue un regalo de empresa navideño'. Otra idea que el fundador Burnett aportó en todas sus agencias son las manzanas. En la puerta de todas las oficinas hay un recipiente con manzanas. Y todo aquel que entra en esta agencia de publicidad está invitado a esta fruta. 'Estoy constantemente visitando agencias y cuando entro en una y veo las manzanas sé inmediatamente que estoy en casa. Se ha convertido en algo muy familiar', señala Furones.

El despacho de este ejecutivo juega con el minimalismo y los objetos con algún significado personal. 'No me he ocupado mucho de la decoración. Eso lo dejo para mi casa de Menorca. Ahí sí que me vuelco, pero al despacho sólo le pido que sea cómodo y funcional.'. El único capricho que se ha permitido es una mesa de cristal y madera. 'La vi, me gustó y la compré. Me parece cómoda y práctica. De todas formas, la uso poco porque no me gusta anclarme en el despacho, que, además, creo que no tiene que ser demasiado confortable porque, si no, te acomodas'.

Furones pasa la mayor parte de su tiempo viajando.Y cuando está en la oficina, no le gusta encerrarse entre cuatro paredes. Tiene por costumbre no llamar a sus colaboradores al despacho. Acude él allí donde ellos están. 'Siempre voy yo, la gente suele estar más relajada si está en su mesa o en su despacho que si tiene que venir al mío. Me gusta que la gente se sienta cómoda'. Y es que para Furones lo más difícil, pero también lo prioritario a la hora de dirigir es entender la sensibilidad y la inteligencia emocional. 'Es importante saber gestionar los estados de ánimo. Para tener ideas hay que estar a gusto en el lugar en el que trabajas. La atmósfera en una agencia de publicidad es mucho más importante que en otras empresas', agrega.

Miguel Ángel Furones tiene 52 años y la responsabilidad de 96 agencias repartidas en 82 mercados, con cerda de 9.100 empleados y unos ingresos de 250,6 millones de euros. Para este año, Leo Burnett Worlwide tiene previsto facturar 270,6 millones de euros. Furones es publicitario y sociólogo, ha desarrollado su carrera profesional en J. Walter Thomson y Contrapunto antes de participar en la fundación de la agencia Vitrubio. En 1990, fue nombrado presidente de Vitrubio Leo Burnett y posteriormente codirector creativo para Leo Burnett Europa, Oriente Próximo y África. Ha sido presidente de la Asociación Española de Agencias de Publicidad (AEAP) y en dos ocasiones miembro del jurado del Festival Internacional de Publicidad de Cannes. También ha sido jurado del Festival Publicitario de San Sebastián. Acostumbra a usar trajes en contadas ocasiones, sólo cuando se trata de una muestra de respeto hacia la otra parte.

El corazón del Principito

 

Le gusta el cuento de El Principito. En el despacho y sobre una estantería bien visible, rodeado de manzanas decorativas, tiene un muñeco con la figura de este personaje de ficción. Confiesa que tiene en común con El Principito la manera de mirar con el corazón. 'Me gusta porque es muy humano, siempre ha sido mi cuento preferido y creo que es una obra magnífica que puede servir de ejemplo en la manera de comportarnos'.

 

 

 

 

 

 

 

Es también un apasionado de los juguetes antiguos. En una vitrina guarda un avión. 'Me gustan mucho estos aparatos'. Aunque ahora en verano prefiere refugiarse en Menorca para no tener la tentación de viajar a ninguna parte.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_