La caída de Serra en las encuestas lleva el real a mínimos frente al dólar
El último sondeo electoral, hecho público el martes por la noche, ha dado un vuelco al panorama político y económico en Brasil. La encuesta del instituto Ibope mantiene como favorito de los electores para los comicios presidenciales del próximo mes de octubre a Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, con el 33% de la intención de voto, un punto por debajo de los resultados de hace un mes. En segundo lugar, aparece Ciro Gomes, del Partido Popular Socialista, con el 22% de los votos y 11 puntos por encima de la encuesta del mes anterior. El candidato oficialista, y favorito de los mercados, José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña, pasa así al tercer lugar con un 15% de los votos.
El sondeo apunta, además, que como ninguno de los candidatos lograría hacerse con el 50% de los votos en la primera ronda, debería procederse a una segunda vuelta en la que Gomes vencería a Lula, por un 44% frente a un 43% de los votos.
Los analistas insisten en que aún es demasiado temprano para formular previsiones. Los programas de propaganda electoral gratuitos y las campañas de televisión, decisivas en un país de más de 170 millones de habitantes y más de 8,5 millones de kilómetros cuadrados de superficie, comenzarán en sólo tres semanas y, en ellas, Serra será el candidato que contará con más tiempo en las pantallas de los electores.
Pero, de momento, los resultados de las encuestas son los que llevan a las agencias de calificación de riesgo a sembrar dudas sobre el futuro de Brasil. Los inversores consideran que Lula conlleva un giro radical en la política liberalizadora emprendida por el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso y, pese a su compromiso en honrar el pago de la deuda externa, temen que el dirigente izquierdista aboque al país a una suspensión de pagos.
El nerviosismo se hizo ayer patente en el mercado y provocó el desplome del real hasta cotizar al mínimo histórico de 2,906 unidades por dólar. El riesgo-país subió hasta los 1.570 puntos y sólo la Bolsa se salvó de la debacle. La depreciación imparable que parece haber emprendido la divisa brasileña agrava la situación financiera del país, al encarecer el coste del servicio de la deuda denominada en dólares.
La caída de la divisa se produjo pese a la intervención diaria del banco central (prevista en principio para todo el mes de julio) por importe de 100 millones de dólares (99 millones de euros).
Pero el movimiento más sorprendente emprendido ayer por la entidad fue la bajada del tipo de interés de referencia, Selic, hasta el 18% desde el 18,5% en que había mantenido la tasa desde marzo.
'Tomando en cuenta la estabilidad de la situación económica en general, en el futuro, y considerando que el pronóstico de la inflación en 2003 está por debajo de nuestro objetivo, el comité de política monetaria decidió recortar la tasa Selic a 18%, por [una votación] de cinco a dos', comunicó un portavoz de la entidad.
De la misma opinión que la autoridad monetaria parece ser el director de Merrill Lynch, Jacob Frankel, que aseguraba ayer que las agencias de calificación exageran cuando le atribuyen a Brasil un riesgo similar al de Nigeria o Ecuador.
'Hay algo exagerado, porque la economía real del país está bien y los fundamentos son muy sólidos', aseguró Frankel.