Las pérdidas acosan de nuevo al Dow Jones, que cae el 1,9%
Wall Street se paralizó para oír el discurso del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ante el Senado. Pero, como ya ha ocurrido en otras muchas ocasiones, Greenspan se limitó a subrayar obviedades en el plano económico y no despejó ninguna incógnita del maltrecho escenario bursátil.
Lo cierto es que muy poco puede hacer Greenspan para acabar con la actual crisis de confianza que viven los mercados. De alguna manera así lo reconoció ayer el presidente de la Reserva Federal al señalar que los efectos de los escándalos contables tardarán un tiempo en desaparecer.
Sin nada que rascar en el discurso de Greenspan, Wall Street se concentró en los resultados de algunas grandes compañías, que pese a ser mejores de lo esperado no impidieron que el Dow Jones cayera el 1,92%. Por su parte, el Nasdaq no consiguió sostener las ganancias y cerró con un descenso del 0,53%. El S&P 500 cedió el 1,85%.
Dos miembros del Dow presentaban ayer sus resultados del segundo trimestre, Johnson & Johnson (+2,22%) y General Motors (-3,92%). Ambas compañías superaron las previsiones del mercado, pero no sucedió lo mismo con Caterpillar (-4,85%), también componente del índice, cuyos beneficios estuvieron un 30% por debajo de lo previsto.
El Nasdaq se agarró a los resultados de la teleco Nextel (+28,8%), la quinta operadora de móviles en EE UU, para subir durante gran parte de la sesión. Sin embargo, las ventas sobre Intel (-3,39%) tumbaron el índice. Los inversores no quisieron arriesgarse a que Intel, que presentaba resultados al cierre de la sesión, anunciara una sorpresa negativa.
La volatilidad sigue instalada en las Bolsas. Tras una sesión de vaivenes, los principales índices europeos terminaron con un leve sesgo alcista. Así, sólo París (-0,18%) y Amsterdam (-1,13%) cerraron en negativo. La que más subió fue Francfort (+1,67%), sin duda apoyada por el rebote de Deutsche Telekom, que ganó el 6,12% después de que su presidente anunciara que abandona la compañía.
El sector de las telecomunicaciones fue ayer el verdadero motor de los mercados. Los buenos resultados presentados por la estadounidense Nextel impulsaron a las principales telecos europeas. Vodafone, Telefónica, France Télécom y Telecom Italia registraron avances entre el 5% y 7%.
Sin embargo, las alzas no fueron uniformes en todos los sectores. Las principales farmacéuticas del Viejo Continente tiraron a la baja de los índices encabezados por la británica GlaxoSmithkline (+2,38%), que tiene en EE UU un competidor para su antibiótico Augmentine, desde que éste fuera declarado un fármaco genérico hace unas pocas semanas. El competidor es nada menos que la suiza Novartis, que también terminó ayer a la baja, cedió el 3,36%, acompañada de Roche (-3,33%).
Las compañías más afectadas por la caída del dólar también lastraron los mercados. Las caídas más notables fueron para la suiza Nestlé (-4,19%), la francesa Bic (-5,3%) y la holandesa Unilever (-2,2%). Entre las damnificadas por la subida del euro frente a la divisa estadounidense también figuraron las francesas Carrefour (-4,71%), con una fuerte presencia en América Latina, y la petrolera Totalfina (-2,28%).
La excesiva dependencia de EE UU está pasado factura a la Bolsa mexicana. Ayer el Mexbol perdió un 0,88% y acumula una caída del 16% en dos meses. Los retrocesos de ayer fueron especialmente notables en el sector bancario, con BBVA Bancomer (-1,38%) a la cabeza.
Segunda caída consecutiva de la Bolsa japonesa, que ayer perdió el 1,20% y se acerca de nuevo a los 10.000 puntos. El Nikkei toca así su nivel más bajo en las últimas cuatro semanas en medio de las preocupaciones de los inversores por la escalada del yen frente al dólar. El retroceso más notable fue el de la telefónica NTT Docomo (- 4,69%).