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Estrategia empresarial
Tribuna
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No se sorprenda si no sale como creía

Decía Dwight D. Eishenhower: 'Planning is everything… plans are nothing!' y, de entrada, allá por mis tiempos de estudiante, me pareció una de tantas afirmaciones que pasan a la historia… porque la historia, ya sabemos, en cierta manera, se construye a base de grandes citas.

Sin embargo, con el tiempo, fruto de la experiencia, me he ido dando cuenta de la riqueza de aquella afirmación.

Ya desde niño la planificación fue mi terreno preferido. Aquello en lo que me sentía más cómodo. Definir estrategias que me llevaran allí donde me proponía llegar me resultaba muy excitante. ¡Todo era un juego para mí! Un juego en el que, el azar, no tenía cabida.

Y seguí creciendo… y seguí planificando para otros; definiendo el que debíamos hacer y para cuándo debía hacerse… y con el tiempo fui descubriendo que, efectivamente, la planificación lo es todo, tanto en el ámbito profesional como, indudablemente, en el personal… y, sin embargo, rara es la vez en que ¡los planes se cumplen!

Siempre la realidad nos sorprende por muy buenos y grandes planificadores, proyectistas o iluminados seamos. Y es ésa, justamente, la gracia de la gestión; el saber adaptarse a las nuevas circunstancias que día a día se cruzan en nuestro camino. El tener que andar revisando los planes continuamente, el tener que ser, en una palabra, más y más flexibles.

De pronto los lectores pensarán que algo falla, pues para la mayoría flexibilidad y planificación son polos opuestos. Aquí van algunos consejos: ¡abandonen el concepto de planificación soviético y abracen el nuevo paradigma: la planificación del cambio!

Añadan, si así lo prefieren, el prefijo re- y replanifiquen y, por favor, háganlo muy deprisa. De no ser así, al ritmo al que están cambiando las cosas hoy en día, llegarán con retraso y el retraso se paga con el peor de los castigos, la pérdida de la participación en el mercado.

Muchos ya se han dado cuenta de ello y están apostando por estos sistemas de planificación integrados ERP para poder hacer frente a lo que nos está viniendo encima. Sin embargo, no todo se arregla comprando el paquete de software más caro o el que todo el mundo tiene en la mente. ¡Ándense con cuidado!

La planificación es un proceso fundamental en la empresa actualmente. Me atrevería a decir que el proceso más importante, pues antes de empezar a hacer nada no debería pensar el qué y, sobre todo, el cómo.

Solamente una vez definido esto, sólo entonces, deberemos empezar a pensar en buscar las herramientas que nos faciliten y nos permitan poder llegar al lugar donde previamente nos hemos propuesto llegar.

Vean, pues, a estos sistemas ERP como facilitadores o como aceleradores, no crean que por sí solos van a mejorarles los resultados que ha venido obteniendo su compañía.

Y para el terreno personal, ¿qué? Bueno, ahí sí que sólo puedo decirles que planifiquen en la medida en que puedan hacerlo…. ¡Ah!, pero no se sorprendan en absoluto si nada les sale finalmente como tenían previsto…

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