Las decisiones judiciales paralizan el plan monetario
Tras un momentum positivo, en el que se lograron aprobar con relativa celeridad una serie de reformas exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el éxito del plan económico argentino parece encontrarse nuevamente en jaque. El punto crítico en este momento es el logro de un plan monetario que evite la temida hiperinflación. Para ello, es indispensable que se logre frenar el goteo del corralito, generado en gran parte por los amparos que permiten a los ahorradores retirar sus fondos con acciones judiciales.
El problema es que los amparos ponen en riesgo el canje voluntario de los depósitos por bonos públicos, la piedra angular del plan de reestructuración del sistema financiero. Si este canje no supera al menos el 30% de los depósitos, el Banco Central deberá seguir imprimiendo moneda a tasas hiperinflacionarias para evitar una situación la quiebra de todo el sistema financiero. El plazo para este canje finaliza el 16 de julio, y si los ahorradores aún disponen de los amparos para recuperar sus depósitos en ese momento, éste será un fracaso, tal y como sucedió con la primera licitación que afectaba a las cuentas a la vista y depósitos inferiores a 10.000 pesos (unos 2.800 euros) que finalizó el viernes pasado. En esa ocasión tan sólo se lograron canjear 23 millones de pesos (6,4 millones de euros), lo que representa un 0,1% del total canjeable.
Si bien, hace tan sólo una semana parecía que el problema de los amparos se iba a solucionar, las cosas se han vuelto a complicar. Una vez más la falta de cohesión de los distintos poderes y fuerzas políticas argentinas se ha puesto de manifiesto. Por un lado, la Corte Suprema se resiste a bloquear los amparos; por otro, el Congreso se opone a la posibilidad de hacer un juicio político a una Corte Suprema que muchos consideran subordinada a los intereses del ex presidente Carlos Menem.
El canje voluntario de depósitos a plazo fijo por bonos públicos será un fracaso si los ahorradores disponen de amparos para retirar sus fondos
Por si fuera poco, el lunes, la Corte Suprema aceptó una suerte de amparo colectivo antepuesto por el Defensor del Pueblo que permitiría a todos los ahorradores retirar sus depósitos. Es probable que tras las críticas negociaciones el problema de los amparos pueda resolverse, pero este episodio es una muestra más de que los poderes políticos argentinos no logran aún la indispensable cohesión para salir de la crisis.