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América Latina
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La crisis política y económica se agrava en Venezuela

Amplios sectores de la sociedad venezolana no se cansan de pedir la renuncia de Hugo Chávez, a quien culpan de haberles conducido a una grave crisis social y económica. El presidente venezolano ha perdido gran parte del apoyo popular que le ha mantenido en el poder desde 1998 y muchos de sus aliados políticos cansados de su inconsistencia se han ido de su lado.

Aunque aún goza de mayoría en la Asamblea Nacional (Congreso), la fuerza chavista se debilita y es probable que en las próximas elecciones de 2004 quede en posición minoritaria. Incluso, el Tribunal Supremo de Justicia, que en su día fue gran fuente de apoyo oficialista, está dispuesto a dar curso a las demandas que se presentan para derrocar al presidente.

De renovar su mandato, la Constitución Bolivariana mantendría a Chávez en el poder hasta 2012, pero se teme que, si Chávez se queda hasta esa fecha, la situación política y económica puede empeorar y nuevos levantamientos populares podrían llevar al país al caos.

Los venezolanos podrían acabar legalmente con este mandato presidencial a través de un referéndum nacional, sin embargo, éste no podrá ser convocado hasta enero de 2004. Mientras tanto, la oposición sigue fraccionada y, aunque en continua lucha para destituir a Chávez, las alternativas para un Gobierno de transición no aportan certidumbre de lo que podría ser el próximo Gobierno.

Pero la situación económica no entiende de plazos ni de agendas políticas, y la recesión continúa profundizándose sin que el gabinete económico del Gobierno sea capaz de reactivar la producción ni de poner límite a la constante fuga de capitales que salen del país.

La economía ha decrecido más del 4% en el primer trimestre de este año y se estima que esta caída se acentúe en lo que resta de 2002. Además, la sangría fiscal es tal que las necesidades de financiación del sector público alcanzarían el 8,8% del PIB en 2002. De poco le ha servido al quinto exportador de petróleo del mundo que los precios internacionales del crudo se hayan mantenido muy por encima de las estimaciones hechas por el Gobierno.

La falta de confianza en el sistema desalienta a los inversores y la Bolsa languidece mientras el dólar se dispara frente al bolívar, produciendo una depreciación de la divisa venezolana del 40% en apenas cinco meses. La capacidad de endeudamiento del Estado está limitada por los altos valores que presenta el riesgo-país.

Con una inflación que puede superar el 30% anual, el desempleo cerca de una tasa del 20%, los recortes fiscales y las deudas sin pagar a los trabajadores del sector público, el intenso malestar social ya existente se hará, sin ninguna duda, todavía mayor.

Venezuela no lo tiene fácil para salir de la grave crisis fiscal en la que se encuentra. En un movimiento desesperado para cubrir los 9.000 millones de dólares (9.090 millones de euros) que necesita este año, el gabinete económico de Chávez busca la aprobación de medidas fiscales para aumentar algunos impuestos, lo cual produce mayor desaliento social en un momento económico de recesión.

Por otro lado, las ayudas de organismos internacionales, de conseguirse, tendrán un precio muy alto; no sólo por su coste financiero, sino por las exigencias que estos organismos impondrán a un Gobierno que no está en situación de negociar. La destitución de Chávez puede parecer inminente, pero lo terrible es la agonía que la sociedad venezolana sufre estos meses.

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