Bristol Myers, investigada por inflar sus ventas en más de 1.000 millones de euros
Los escándalos contables continúan estando a la orden del día. La autoridad reguladora estadounidense (SEC) está investigando el presunto fraude de la quinta farmacéutica mundial, Bristol Myers, por haber inflado sus cuentas en 1.000 millones de dólares (unos 1.020 millones de euros) contabilizándolo como incentivos a sus distribuidores. "Podemos confirmar que hay una investigación y que estamos cooperando plenamente" dijo una portavoz de la empresa estadounidense a Reuters, aunque se negó a dar detalles.
Bristol Mayers ya fue demandada a principios del mes de junio por actividades contra la competencia. La fiscal general del Estado de Michigan, Jennifer Granholm, Bristol Myers bloqueó ilegalmente la salida al mercado de fármacos para el cáncer de mama genéricos basados en su Taxol. La demanda pidió daños y perjuicios a la farmacéutica, que en 2000 ingresó con este medicamento más de 1.600 millones de dólares.
No es éste el único problema de Bristol Myers, ya que en los últimos tiempos ha visto cómo una inversión de 2.000 millones de dólares (2.120 millones de euros) para la comercialización de un anticancerígeno desarrollado por la empresa de biotecnología Imclone se venía abajo al no ser aprobado por la FDA.
Además, a principios de este año ya conmocionó a los inversores, al advertir que sus ganancias de 2002 se reducirían en, al menos, un 42% con respecto al año anterior. Todo esto está afectando a los títulos de la compañía, que han perdido más de 50% en lo que va de año. En la Bolsa de Nueva York caen hoy un 10,24% y se intercambian a 20,78 dólares.