Aniel denuncia el proceso imparable de destrucción industrial en España
El presidente de Aniel leyó ayer el más duro discurso de los que se recuerdan en la ya larga historia de las comidas con las que se da por finalizada la asamblea anual de la patronal del sector industrial electrónico español. Jesús Banegas denunció el 'imparable proceso de desvertebración industrial' que sufre España, especialmente durante el último año.
En 2001 la industria electrónica sufrió una caída de mercado del 6%, arrastrada por el descenso del 14% en los equipos de telecomunicaciones y por el retroceso del 5% de los componentes electrónicos.
Banegas advirtió que España 'es con casi total seguridad el país más deficitario del mundo en tecnologías de la información'. Como hecho particularmente dramático acaecido el año pasado y que abunda aún más en la precariedad tecnológica española citó 'la reciente desaparición de la única fábrica de circuitos integrados que había en España [en referencia a la planta de Lucent Technologies, cerrada el verano pasado] sin que hayan mediado medidas políticas que lo pudieran evitar'.
El presidente de Aniel afirmó que 'sigue arraigado el crónico problema' de que 'el mercado nacional tiende a resistirse a consumir fabricación nacional, cuando ésta demuestra año tras año una extraordinaria competitividad internacional, al exportar casi el 60% de su producción a países de primer nivel tecnológico industrial'.
Como ejemplo de la falta de apoyo a la tecnología española citó expresamente (aunque sin citar las empresas protagonistas) la adjudicación por el Ayuntamiento de Madrid a la compañía francesa Ibersegur de un macrocontrato de parquímetros, dejando relegada a la empresa líder del sector, la española Amper. La resolución de esta licitación todavía no ha sido comunicada oficialmente.
Ciencia y Tecnología
En presencia de la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, hizo una elegante pero a la vez contundente crítica de las políticas de este departamento, exigiendo libertad tarifaria para los servicios de telecomunicaciones, la 'reconsideración de los compromisos adoptados en otras circunstancias muy diferentes por los operadores de cable y móviles', así como 'la suspensión de tasas fiscales y parafiscales injustificadas'.
Ante esta avalancha de críticas la ministra de Ciencia y Tecnología realizó una defensa de su gestión recordando que los momentos que le toca vivir al sector 'no son fáciles'. En ningún momento la ministra quiso hacer referencia alguna al profundo debate en el que está sumido el sector y en el que se enfrentan las propuestas realizadas por las operadoras agrupadas en Astel y las emitidas por Telefónica.
El plan de soluciones planteado por la ministra a los centenares de directivos de empresas industriales y servicios congregadas por la asamblea de Aniel se basó, en primer lugar, en una revisión del marco tarifario. Sin plantear ninguna medida concreta, Birulés reconoció que los precios de los servicios no deben seguir bajando.
En segundo término, abogó por la eliminación de las incertidumbres que se ciernen sobre el despliegue de infraestructuras de telecomunicaciones, en clara referencia al problema del rechazo por la población a la instalación de antenas de móviles. La ministra también abogó por la compartición de redes, y prometió que no se incrementará la presión fiscal en el ámbito local.