Berlusconi pacta con dos sindicatos su polémica reforma laboral
El Gobierno de Silvio Berlusconi, la patronal Confindustrial y dos de los tres mayores sindicatos del país (el democristiano CISL y el centrista UIL) sellaron ayer un Pacto por Italia para poner en marcha la polémica reforma laboral diseñada por el economista Marco Biagi (asesinado en marzo por las Brigadas Rojas) y protestada en abril con una huelga general.
El pacto es rechazado por el sindicato CGIL, que es el que cuenta con más afiliados, con lo cual el acuerdo de ayer supone la ruptura del frente sindical italiano. La CGIL pretende convocar otra huelga general en septiembre u octubre, pero el acuerdo de ayer deja a la central en una posición muy difícil.
La reforma inicial suprimía el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, que obliga a readmitir al trabajador si un juez determina que su despido es injustificado. Con el acuerdo de ayer, este artículo se suprime durante tres años únicamente en las empresas con menos de 15 empleados que superen este nivel de plantilla mediante nuevas contrataciones. El pacto también rebaja la presión fiscal sobre las rentas del trabajo de hasta 25.000 euros, eleva la prestación por desempleo y garantiza el mantenimiento del gasto social.
En Alemania, el canciller Gerhard Schröder también logró ayer el apoyo inicial de los sindicatos a una reforma laboral que pretende crear hasta dos millones de empleos de aquí a 2005, informa Paula Gil. El plan promueve la movilidad laboral, potencia el empleo temporal, incentiva fiscalmente a los trabajadores autónomos y prevé un recorte significativo de los subsidios por desempleo.