Montoro asegura que el próximo año no subirá ningún impuesto
El año 2003 será un ejercicio de total neutralidad fiscal sobre los impuestos indirectos y especiales. Según el ministro de Hacienda, 'ni realizaremos ninguna subida de impuestos indirectos ni tampoco actualizaremos los impuestos especiales para mantener su peso en la recaudación global'.
En los Presupuestos de 2002, el Gobierno ya actualizó los impuestos especiales (los que gravan el tabaco, el alcohol, los hidrocarburos, la electricidad y la matriculación de automóviles). Sin embargo, Montoro afirmó que en 2003 'no toca'. El próximo año está previsto que se celebren las elecciones municipales y autonómicas.
Con esta congelación de los impuestos indirectos y especiales, el Ejecutivo pretende que la rebaja del IRPF, que se hará efectiva el próximo enero, sea palpable para el ciudadano y no quede compensada por el incremento de otras figuras impositivas.
Debido a la actualización de los impuestos especiales en enero de 2002, la recaudación por este concepto creció un 4,5% hasta mayo. Por su parte, el crecimiento del IVA fue del 7,7% en los primeros cinco meses del año. Según Montoro, este aumento de la recaudación junto al crecimiento del consumo y la creación de empleo son 'indicios de recuperación económica'.
Alto endeudamiento
El ministro reconoció que el endeudamiento de las familias españolas es muy elevado, pero considera que no afectará al nivel actual de consumo. Indicó que 'no es lo mismo estar endeudado para comprar una vivienda que para otras cosas', y añadió que 'incluso en el caso de una hipoteca es un incentivo para que la persona trabaje más y más motivada'.
Montoro estima que la economía española crecerá un 2,4% en 2002 y un 3% en 2003, lo que permitirá una 'recaudación sostenida del IRPF, así como el mantenimiento de las rentas familiares'. En este sentido, la rebaja del IRPF contribuirá decisivamente. 'Nosotros continuamos creyendo que cuando rebajamos un impuesto lo que hacemos es generar mayor actividad económica y, consecuentemente, mayor recaudación'.
En cuanto a la reforma o eliminación del impuesto de actividades económicas (IAE), explicó que 'se reformará para que el 90% de las pymes no lo paguen'. Los ingresos que se dejen de recaudar se suplirán con la extensión de los tributos existentes a más empresas. Según explicó, los municipios deben participar directamente en los ingresos del Estado a través de 'una cesta de tributos' similar a la que financia a las comunidades autónomas. Además añadió que los ayuntamientos deben 'tener cierta capacidad para subirlos o bajarlos'.
Respecto al impacto económico que puede tener el decreto de reforma de las prestaciones por desempleo, adelantó que 'inicialmente puede suponer un gasto', ya que sólo las bonificaciones en la cotización a la Seguridad Social para mujeres trabajadoras con hijos menores de tres años 'tendrán un coste de unos 600 millones de euros'.