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Turismo

Canarias extrema las medidas para evitar un oferta desmesurada

Tanto para los hoteleros como para las autoridades de Canarias se hace imprescindible limitar la oferta de alojamiento de las islas que ha venido creciendo en los últimos años en torno al 40%, al mismo tiempo que la oferta ha venido estancándose. De hecho, el número de extranjeros (12 millones) no ha variado desde 1999.

Además de la moratoria del año 2001, que establece la necesidad de modificar el modelo turístico para preservar el entorno natural, el Gobierno insular ha aprobado ahora una serie de directrices que vienen a confirmar la intención de frenar el crecimiento de la edificación turística y renovar la existente. Con ello, 'pretende evitar el turismo desmesurado que sin estas medidas estaba en camino de darse', según fuentes de la comunidad canaria.

El Gobierno fija el ritmo de crecimiento de la oferta turística en un 1% anual durante los próximos tres años. A juicio de Fernando Fraile, presidente de la Federación Española de Hoteles en Canarias, 'la industria está de acuerdo en que se reduzca el crecimiento en la construcción'. Sin embargo, considera que 'este cuidado debería darse no sólo en la oferta hotelera y de apartamentos sino en todo lo que está alrededor de la misma, como el turismo cultural, centros comerciales, campos de golf e infraestructuras necesarias para su desarrollo'.

Los hoteleros disienten sobre la medida alcanzada recientemente desde el Gobierno insular (Coalición Canaria) de que los inversores interesados en obtener licencias turísticas tengan que acceder a subastas, después de pasar determinados análisis técnicos y políticos y de la aprobación de los Parlamentos canarios y de los cabildos. Según Fraile, 'se convertiría en un proceso poco realista donde primarían los contactos empresariales'. Tampoco los constructores están de acuerdo y los populares rechazan la medida por 'impresentable'.

Bajo estas circunstancias, los principales grupos hoteleros continúan con sus inversores en Canarias y mantienen que 'esta moratoria no les afecta a su negocio'. El grupo Iberostar sigue invirtiendo en la isla. Este año abrirá dos establecimientos en régimen de gestión y proyecta inaugurar otros dos el año que viene. En total, contará con 10 establecimientos. El Grupo Riu, propiedad al 50% del turoperador Tui, está construyendo el Hotel Riu Vistamar, de cuatro estrellas, con 400 habitaciones, con el que sumará 35 establecimientos en las islas y un total de 8.520 habitaciones.

Por su parte, los cabildos (las diputaciones) se suscriben a las directrices de ordenación general y de turismo aprobadas el 21 de este mes, que limitan las plazas turísticas (tanto en hoteles como apartamentos y residencias), si bien consideran que debería ser el Gobierno autónomo junto con los cabildos quienes deben de fijar ese límite a partir de 2005. También se han mostrado de acuerdo en que el Gobierno insular emita un decreto para aumentar en 10 años los plazos de construcción de las plazas turísticas cuyas licencias se concedieron antes de que se aprobara la moratoria (enero de 2001).

Un verano flojo

En general, los grupos turísticos que operan en las islas no confían en que éste sea un buen verano. De hecho, el Grupo Barceló, que está presente con siete hoteles, pronostica para los meses de julio y agosto una caída de los ingresos del 8% y de casi un 6% en la ocupación. La Federación Española de Hoteles en Canarias considera que el sector sufrirá una caída importante a tenor del descenso de visitantes que hubo en el primer trimestre (un 5%).

La principal causa de esta situación es la caída tan espectacular del turismo alemán. Según el director de la Oficina Española de Turismo en Múnich , Horacio Díaz del Barco, 'los viajes de los alemanes hacia España caerá entre un 7% y un 8% en este año y no se recuperará completamente hasta 2003 debido a la crisis económica que está viviendo el país'. Según fuentes del sector, el descenso de extranjeros en general podría situarse incluso en el 20%.

El ejemplo de San Roque en la Isla Baja de Tenerife

 

En las antípodas de las decisiones que provocan aumentos brutales en la oferta turística se encuentra la decisión a largo plazo adoptada por el Consorcio de la Isla Baja, que agrupa buena parte de las localidades turísticas del norte de Tenerife, con capital en el enclave histórico, cultural y paisajístico del puerto de Garachico. El consorcio ha aprobado un plan por el que se limita la creación de nueva capacidad hotelera en los próximos 10 años a 1000 camas. Las nuevas plazas sólo podrán crearse mediante la rehabilitación de los 80 edificios con protección de Patrimonio. La excepción a esta regla son 240 nuevas camas que se habilitarán en un complejo hotelero de nueva planta que está previsto levantar junto a un campo de golf de uso público.

 

 

 

 

 

 

 

Uno de los principales mentores del Consorcio de la Isla Baja, el matrimonio compuesto por Laly y Dominique Carayón, valenciana ella y francés él, cumple al pie de la letra en su establecimiento la filosofía que han extendido para el resto de la zona: el Hotel San Roque, enclavado una casa señorial del siglo XVII en el corazón histórico de Garachico. Esta población fue durante siglos el principal puerto comercial y pesquero de Tenerife hasta que fue arruinado por una erupción del Teide en el siglo XVIII. Con sólo 20 habitaciones, el Hotel San Roque conserva intactas las estructuras de la arquitectura tradicional, pero es capaz de combinarlos con los elementos de comodidad más avanzados y con diseños vanguardistas de estilo Bauhaus.

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