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Perspectivas

La inversión directa de los países de la OCDE caerá este año a niveles de 1997

El año 2000 resultó excepcional en términos de inversión directa para los países de la OCDE, con unas entradas netas de capitales de 1,27 billones de dólares (1,29 billones de euros). En 2001, las inversiones registraron la mayor caída de las últimas décadas al descender un 56% y situarse en 566.000 millones de dólares (577.000 millones de euros).

La tendencia no afectó por igual a todos los países de la organización. Alemania, Bélgica y Luxemburgo registraron un descenso en las entradas de capital de casi el 80%, aunque la cifra está desvirtuada por las fusiones a niveles históricamente altos registradas en 2000. Por el contrario, Francia y Alemania atrajeron más inversiones en 2001 que en el año anterior.

La menor captación de inversión por parte de los 30 países que integran la OCDE supuso una mayor salida de capitales de estos países hacia al resto del mundo, al pasar en términos netos de 12.000 millones de dólares (12.240 millones de euros) en 2000 a 27.000 millones de dólares (27.540 millones de euros) el año pasado. A este respecto, la OCDE precisa que no se ha producido efecto contagio de la crisis argentina en Latinoamérica, por lo que respecta a la inversión extranjera directa. La organización atribuye la menor entrada de capitales en Brasil o Chile a la desaceleración mundial de la inversión.

'Enronitis'

La OCDE no se muestra preocupada por la tendencia a la baja de la IDE porque considera que su evolución en 2001 ha supuesto una 'corrección hacia niveles más sostenibles [de la inversión], siguiendo lo que puede haber sido una burbuja inversora en 1999 y 2000'.

Los datos iniciales de 2002 apuntan que la caída de la IDE continuará este año, 'aunque a un menor ritmo'. Para calcularlo, extrapola las cifras relativas al volumen de fusiones y adquisiciones en los primeros seis meses del año al conjunto del ejercicio. Con esas previsiones, las fusiones y adquisiciones entre los miembros de la OCDE descenderán entre un 20% y un 25%, que es el descenso que prevén para el conjunto de la IDE.

Las razones de este retroceso pasan, en su opinión, por la caída generalizada de las Bolsas, el descenso en los beneficios de las empresas propio de la desaceleración económica actual y, en el caso particular de EE UU, la pérdida gradual de confianza en los informes financieros de las compañías que ha seguido, aunque no lo cita, al estallido del caso Enron.

Las repercusiones de este fenómeno no son nada desdeñables. Estados Unidos, que acaparó en 2001 el 30% del total de capitales que entraban en el área OCDE, sólo ha recibido el 17% de las inversiones en los primeros meses del año. Eso lleva a los países del euro a ganar peso en el reparto de la IDE, con Francia y Alemania a la cabeza con un 20% del total.

Este cambio en los flujos de inversión ha situado a Estados Unidos, por primera vez en varios años, como exportador neto de inversión destinada a fusiones y adquisiciones, con el 26% del total.

Pese a su bache actual, la OCDE mantiene a EE UU como principal fuente y receptor de inversión extranjera, junto al Reino Unido, en sus perspectivas a largo plazo. Japón, Reino Unido y Francia son los países que más capital invierten en la primera economía mundial y, principalmente, en el sector servicios.

Por sectores, la energía aparece como el área de mayor interés para los inversores en el primer semestre del año, mientras que las telecomunicaciones (anterior objeto de deseo de la inversión) han acaparado menos de la mitad de la inversión que en el mismo periodo de 2001.

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