_
_
_
_
Aviación

El control aéreo vive de espaldas al progreso

El día después del choque en pleno vuelo de dos aviones se fue en lamentar la muerte de 71 personas, la mayoría menores, y dilucidar a quién se endosa la responsabilidad última del siniestro. La comisaria de Transportes de la UE, Loyola de Palacios, afirma que la seguridad aérea 'es máxima' y que las tecnologías que la sustentan 'son suficientes'.

Las autoridades aéreas alemanas y suizas arremeten contra el piloto del avión ruso siniestrado que desatendió tres veces las advertencias de los controladores. El control ruso descarga la responsabilidad en el sistema de alarma anticolisión en vuelo de la sociedad suiza Skyguide que se encontraba fuera de servicio en el momento crítico.

Pero después de las condolencias y del cruce de acusaciones, aerolíneas, autoridades aeroportuarias, Gobiernos y constructores de aviones, todos son conscientes de que el crecimiento del tráfico de aeronaves y la masiva incorporación de inteligencia informática y capacidad de comunicación en las últimas generaciones de aviones no se han visto acompañadas de una modernización similar en los dispositivos organizativos, humanos y tecnológicos que soportan los sistemas de control de tráfico aéreo.

Las estructuras administrativas que dirigen el tráfico siguen dependiendo de un colectivo humano jerarquizado como es el de los controladores, más atento a sus intereses corporativos que a la adaptación de su actividad a las nuevas necesidades.

Los prejuicios chovinistas de los Estados, especialmente en Europa, dificultan una imprescindible reestructuración del espacio aéreo en función de necesidades del tráfico y al margen del corsé de las fronteras nacionales.

Pero el aspecto más preocupante es la desesperante lentitud con que los sistemas de control se suman a las modernas tecnologías. Los constructores de aviones, especialmente Boeing, impulsan una profunda transformación de estos dispositivos de seguridad, basada en el creciente poderío de los ordenadores embarcados en los modernos aviones y en su intercomunicación automática con satélites de telecomunicaciones. El nuevo concepto dejará atrás las conexiones por voz entre piloto y controlador. Los aviones estarán siempre controlados desde tierra y podrán seguir rutas al margen de las actuales, que están bastante saturadas.

El crecimiento de la actividad aérea requiere un inmediato cambio de escenario. En 2001 más de 1.800 millones de personas realizaron viajes en avión y el 40% de la carga fue transportada en aeronave. Uno de los 16.000 aviones de la flota mundial despegó o aterrizó cada dos segundos en cualquiera de los 1.350 grandes aeropuertos diseminados por el planeta. Cada mes se realizaron 700.000 vuelos en Europa.

Los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos supusieron una violenta llamada de atención sobre la fragilidad del actual sistema. Con sólo desconectar un interruptor, los terroristas dejaron fuera de control a cuatro aeronaves. Ahora un error humano hace colisionar dos aeronaves en vuelo.

El controlador y el piloto deben cambiar sus papeles en el futuro; dejarán de ser protagonistas para convertirse en garantes del buen funcionamiento en una etapa de vuelos completamente automatizados.

Archivado En

_
_