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Brasil

La fuerte depreciación del real aumenta el temor a un impago de la deuda

El Gobierno tendrá que recurrir a más fondos para hacer frente a sus pagos en un momento en el que los ingresos han disminuido como consecuencia de la recesión que atraviesa la economía brasileña, la primera desde 1999.

'Esto es un riesgo para la deuda en general', afirma Elaine Skinner, operador de bonos del banco alemán Westdeutsche Landesbank Girozentrale. 'Cuanto más cae el real, más rápido crece la deuda', añade.

La moneda brasileña ha caído un 19% desde marzo por el temor a que una probable victoria de Lula en las próximas elecciones presidenciales desemboque en la suspensión de pagos de la deuda, a pesar de que el candidato izquierdista ya ha afirmado que continuará la política del actual presidente, Fernando Henrique Cardoso.

Cerca del 40% de la deuda total de Brasil, que alcanza los 956.000 millones de reales (363.000 millones de euros), está vinculada al dólar o a otras monedas extranjeras. La apreciación del billete verde frente a la divisa brasileña hará más difícil el pago de la deuda. En julio el Gobierno debe desembolsar 17.000 millones de reales, de los que la mitad están vinculados al dólar.

La deuda de Brasil ha crecido un 25% en menos de dos años y está entre las mayores de los mercados emergentes. Una suspensión de pagos podría provocar que los inversores rechazaran financiar otros países, sobre todo después de las quiebras de empresas estadounidenses y europeas y la suspensión de pagos de Argentina.

A media tarde, el diferencial de los bonos del conjunto del mercado emergente de deuda subía 20 puntos, hasta 824, según el índice Plus de Bonos de Mercados Emergentes del banco JP Morgan.

No obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI) insiste en el buen estado de la economía brasileña. Tom Dawson, portavoz del organismo, dijo ayer ante la prensa que el FMI sigue apoyando las políticas de Brasil, cuyo desempeño económico ha sido 'muy fuerte, muy decidido', aunque no aclaró si se esperará a después de las elecciones para negociar un nuevo crédito.

En Brasil, la depreciación del real se refleja en los precios. 'Nunca ha estado tan mal', afirmaba Americo Gomes, propietario de una panadería. 'He subido los precios del pan un poco, pero no puedo aumentarlos más porque los clientes protestarían', afirma. Gomes se queja de que la debilidad del real ha subido los costes de los negocios. Una bolsa de 50 kilos de harina importada cuesta ahora 48 reales, frente a los 33 de hace dos meses, asegura.

Fraga cree 'exagerada' la caída de la divisa

 

El presidente del Banco Central de Brasil, Arminio Fraga, afirmó ayer en un seminario en São Paulo que la volatilidad que ha dominado los mercados en los últimos días es exagerada y se mostró confiado en que la situación volverá a la normalidad en breve. 'Esa exageración del mercado es una falta de respeto al buen sentido del ciudadano común y de quien asumirá la conducción del país', dijo Fraga, en referencia a las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 6 de octubre.

 

 

 

 

 

 

 

En su opinión, el pesimismo de los inversores ya ha ido demasiado lejos, pero dijo que no es correcto afirmar que su país es objeto de un ataque especulativo.

 

 

 

Fraga instó a los analistas a no dejarse llevar por el nerviosismo. 'Los mercados necesitan entender que vamos a preservar el camino del sentido común, de la responsabilidad y de la transparencia. Eso es lo más importante', recalcó.

 

 

 

El presidente del Banco Central viajó la semana pasada a París y Londres para infundir tranquilidad a los inversores y hará lo mismo en Estados Unidos la próxima semana. El ministro de Hacienda, Pedro Malan, será el encargado de realizar esa misma labor en España.

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