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Central de Anotaciones

La contratación de deuda del Estado aumenta el 18% por la crisis de Bolsa

Las pérdidas continuadas que llevan registrando las Bolsas en los dos últimos años están dejándose notar en la cartera de inversiones de los ahorradores. El desplazamiento hacia opciones más conservadoras se ha hecho patente en los últimos meses. Tanto es así, que el volumen de contratación de deuda pública estatal creció en los mercados secundarios un nada desdeñable 17,9% el año pasado, hasta 16,25 billones de euros.

La principal explicación pasa por la búsqueda de una mayor seguridad ante la caída de las cotizaciones en los mercados de renta variable, según especifica la memoria de la Central de Anotaciones de 2001, hecha pública ayer por el Banco de España. El incremento de la contratación de deuda estatal fue especialmente acusado (un espectacular 31,7%) entre titulares de cuentas de valores abiertas en el Banco de España. Por su parte, la negociación de títulos entre entidades gestoras y terceros también experimentó un fuerte aumento (11,5%), hasta 10,6 billones de euros. Se registraron aumentos en todas las formas de contratación (al contado, a plazos, repo, simultáneas). Destaca el aumento de la contratación de bonos y obligaciones, cuya cuota ha pasado del 77,2% al 77,8% del total en 2001.

La mayor querencia por la deuda pública se extendió no sólo a los títulos del Estado, sino también a la contratación de deuda autonómica. De hecho, la negociación en el mercado secundario de deuda de comunidades autónomas y otras instituciones públicas llegó a 65.405 millones de euros, un 40% más que el año anterior. Ello a pesar de que 2001 se caracterizó por una menor apelación del Tesoro a la financiación de los mercados. El saldo de deuda pública anotada creció sólo un 1,5% y su importe nominal se situó en 273.946 millones de euros. La vida media de la deuda se encuentra en 5,93 años. Una vez transcurrida la primera mitad del año 2002, la evolución de los mercados de deuda es similar, en un entorno en el que prevalece la pérdidas en renta variable, y en el que entidades de crédito y pequeños inversores siguen confiando en la renta fija como alternativa, a pesar de su escasa rentabilidad. El Banco de España se mantiene atento en su actividad supervisora para evitar fraudes.

En 2001 la autoridad monetaria inspeccionó a cinco entidades (una de ellas era creadora de mercado) gestoras del mercado de deuda en anotaciones. En una se detectaron deficiencias importantes en el área de control interno, que fueron subsanadas en meses posteriores.

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