WorldCom anuncia que una nueva auditora busca más "errores" contables
El grupo de telecomunicaciones estadounidense Worldcom ha precisado que la auditora KPMG, que se encarga de verificar sus cuentas desde el pasado 16 de mayo, está examinando las correspondientes a 1999, 2000 y 2001 en busca de nuevas irregularidades contables sin que hasta el momento haya encontrado ninguna anomalía más.
Tras este anuncio, las acciones de WorldCom se hundían en la Bolsa de Nueva York. Estos títulos, que llegaron a cotizar por encima de los 60 dólares a apenas diez años de su ingreso al mercado electrónico NASDAQ, se contaron entre las más apreciadas durante la bonanza especuladora de la década pasada. La semana pasada el índice NASDAQ suspendió las transacciones con los títulos de WorldCom, y hoy cuando, se reabrieron las operaciones, las acciones de la firma se cotizaban a 7 centavos de dólar, tras caer 76 centavos en las operaciones realizadas antes de la apertura de Wall Street.
La Comisión de Mercados de Valores (SEC, por su sigla en inglés), acusó la semana pasada a la segunda compañía telefónica de larga distancia más grande de Estados Unidos por fraude en el ocultamiento de gastos y exageración de ganancias con maniobras contables. La compañía ha indicado, en una declaración ante la SEC, que ha iniciado una revisión de sus registros contables desde 1999 a 2001 después de que "surgieron cuestiones" en relación con los cambios en las reservas y las pérdidas financieras potenciales.
Entre esas cuestiones se encontraban las referidas a "ciertas reversiones materiales de cuentas de reserva durante 2000 y 1999", ha agregado la firma, que tiene su sede en Clinton (Misisipí). "No se ha llegado a conclusión alguna respecto a esos ingresos" de cifras en los libros contables, añadió el comunicado. La revisión está a cargo de la firma auditora KPMG, contratada por WorldCom a mediados de mayo después que la empresa de telecomunicaciones despidió a la firma auditoría Arthur Andersen.
Las declaraciones financieras de WorldCom por el período 2001 fueron auditadas y aprobadas por Andersen, la misma empresa que auditara la contabilidad de Enron, firma que cayó en bancarrota en diciembre después que se hizo públicos numerosos artificios contables para manipular sus ganancias.