El proceso electoral en las cajas de Castilla y León aplaza las fusiones
La victoria del PP facilita el nombramiento de Juan Manuel Nieto Nafría en Caja España, en sustitución de Marcial Manzano. En Caja Duero, el apoyo a la lista de consenso encabezada por Battaner prácticamente le asegura la reelección. Los comicios han abierto un paréntesis en el proceso pendiente de fusiones entre las cajas de la región.Las asambleas generales de Caja España y Caja Duero cerrarán con la elección de los respectivos presidentes sus procesos electorales el próximo 12 de julio.
La victoria del Partido Popular en las elecciones a impositores celebradas el pasado fin de semana en Caja España da casi por seguro la presidencia a Juan Manuel Nieto Nafría, actual presidente de la comisión de control. Este directivo ocupará el cargo en sustitución de Marcial Manzano.
En Caja Duero, más del 90% de los compromisarios apoyó la lista de consenso encabezada por Sebastián Battaner, que tiene prácticamente garantizada su reelección.
Fuentes de las cajas en la región señalan que ambos permanecerán en el cargo un periodo máximo de dos años, el plazo que se dan en Castilla y León para volver a hablar de fusiones.
De hecho, una de las banderas electorales de las listas más votadas en las seis cajas de la región ha sido precisamente la de la independencia y oposición frontal al proceso de fusiones que desde hace años propugna la Junta de Castilla y León.
La ley de cajas castellanoleonesa establece un límite de 12 años de permanencia en los órganos de gobierno de las cajas, independientemente de cuál sea la representación que se ostente.
Este límite afecta a Nieto Nafría, quien ya fue presidente de la caja en 1993, año en el que venció el PSOE en las elecciones. Entonces, le sustituyó Ángel Villalba. Nafría pasó a la presidencia de la comisión de control, en la cual permanece hasta la fecha.
Pero la situación no es extrapolable a Sebastián Battaner, quien llegó a la presidencia de la caja de ahorros en septiembre de 1993. Por lo tanto, oficialmente, el presidente podría cumplir otro mandato de cuatro años y permanecer en el cargo hasta 2005. Aunque fuentes del sector en Castilla y León mantienen que Sebastián Battaner no llegará a completar el mandato, éste es un extremo que ha sido desmentido por los portavoces de la caja de ahorros.
'Proyectos pueblerinos'
El proyecto de fusión entre las cajas regionales y particularmente entre las dos mayores, Caja España y Caja Duero, es una idea que el Gobierno regional, y sobre todo la consejera de Economía, Isabel Carrasco, resucita cada cierto tiempo. Pero hasta la fecha, las maniobras políticas no han dado los frutos.
Hace más de dos años que el presidente de Caja España, Marcial Manzano, se mostró partidario de algún tipo de integración de las cajas regionales en Castilla y León y criticó el atrincheramiento de las entidades en 'proyectos pueblerinos'. Pero a día de hoy, ni los consejos ni las asambleas de estas entidades financieras han iniciado contactos con este fin, según sus respectivos portavoces.
El año que viene se celebran las elecciones municipales y autonómicas, tras las que debe renovarse la mitad de las asambleas y quedará despejada cualquier incógnita sobre el reparto de poder en estas entidades financieras. La idea de fusión entre las cajas regionales cobrará entonces un renovado interés.
Las elecciones en Caja España han sido de las más reñidas que se recuerdan en los últimos años. La candidatura popular obtuvo 298 sufragios frente a los 240 de la lista socialista. En total, habían sido llamados a las urnas 901 compromisarios.
La lista de Nieto Nafría venció en Valladolid y Palencia, mientras que la candidatura de la Unión del Pueblo Leonés, encabezada por José María Rodríguez Francisco, fue la lista más votada en León. La candidatura socialista, por su parte, sólo venció en Zamora. Por si esto fuera poco, estos comicios han estado envueltos en diligencias judiciales.
Dos demandas
El PSOE llegó incluso a presentar dos demandas por las vías penal y administrativa en un juzgado de Castilla y León para depurar responsabilidades ante la aparición de un disquete con datos confidenciales de los impositores de Caja España, lo que podría vulnerar la Ley Nacional de Protección de Datos. No obstante, dichas diligencias no han paralizado el proceso.
En Caja Duero, las cosas fueron distintas. Las fuerzas políticas y sociales presentes en la entidad financiera consiguieron elaborar una lista única, con lo que el proceso discurrió de forma más tranquila.