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Gestión

'Golpe de Estado' por el control de Internet'

Icann, la entidad reguladora de la Red, cae en manos de los Gobiernos y priva a los usuarios de la capacidad de elegir representantes

El control de Internet va a cambiar de manos. El organismo regulador de este magma electrónico por el que navegan más de 425 millones de usuarios decidió ayer en Bucarest transformar su sistema de representación para conceder mayor poder a las autoridades gubernamentales. Los internautas ya no podrán elegir ningún representante para Icann (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), el organismo internacional que desde 1998 asigna los dominios de Internet, es decir, las terminaciones .com o .es que permiten, por ejemplo, la existencia de 5dias.com. De la decisión no sólo depende un cambio en la estructura de la organización, sino que cuestiona incluso el futuro de esta democracia virtual.

Ante el giro que ha dado el gobierno de Internet, la UE quiere superar su actual condición de miembro observador en el ICANN, para convertirse 'en un actor de pleno derecho', aseguran fuentes de la Comisión. Bruselas espera además poder lanzar el año que viene el dominio .eu, que se atribuirá a la Unión Europea.

La UE es partidaria de que sean los Gobiernos quienes gestionen y regulen la actividad de Internet, pero siempre que 'se favorezca el interés general'. Europa se ha resignado de mala gana hasta ahora al control tácito que EE UU ejerce en Internet.

'La gestión y regulación de la Red no debe estar en manos de los Gobiernos. Lo usarán para presionar', según una ONG

Hasta hace poco parecía no haber dudas sobre la naturaleza de este organismo. Pero la falta de transparencia de que algunos le acusan, así como los problemas de una financiación, que en la actualidad depende del Gobierno estadounidense y de diversos patrocinadores, abrieron el debate sobre la necesidad de un cambio radical. La polémica fue servida el año pasado por Stuart Lynn, director ejecutivo de Icann, quien propuso dar un giro hacia manos gubernamentales y callar la voz que hasta ahora tienen los 76.000 internautas que participan en la elección de parte del cuadro directivo de la organización.

'Los desafíos a los que tendremos que hacer frente en el futuro hacen necesaria la existencia de una entidad más eficiente'. Lynn justificaba así el cambio en un comunicado a los integrantes de Icann. De los 19 miembros que dirigen este organismo, cinco de ellos serán elegidos mediante votación en línea de internautas de todo el mundo divididos en cinco secciones, las equivalentes a los cinco continentes. La participación de estos representantes en la reunión de Bucarest podría haber sido la última. A partir de ahora, todos los puestos de dirección se reservarán para representantes técnicos, empresariales, gubernamentales y de ONG.

Hasta 1998 la regulación de Internet dependía del Departamento de Defensa del Gobierno norteamericano, que decidió pasar el testigo a un organismo que ahora se encuentra en plena crisis de identidad. Sin la existencia de esta organización, los usuarios del mundo virtual tendrían que memorizar infinidad de códigos para navegar por Internet, además de exponerse a perderse ante duplicaciones en terminaciones como .web, que no son compatibles en los diferentes proveedores de servicios.

Cambio de naturaleza

En estos cuatro años el debate ha girado en torno al papel de esta entidad. 'Las actividades de Icann deberían limitarse a la asistencia técnica', defiende Maurici Wessling, integrante de la Organización no Gubernamental Bocados de Libertad, dedicada a defender el acceso a la información de los ciudadanos. 'Su papel no debe de ser en ningún caso el de unas Naciones Unidas de Internet'.

La realidad es que Icann desarrolla en la actualidad un papel que supera los límites de asistente técnico. De ella dependen miles de organismos y representaciones nacionales que utilizan Internet como escaparate hacia el ciudadano. Es por ello que 'no debe dejarse la gestión y regulación de Internet en manos de los Gobiernos, ya que la utilizarían para llevar a cabo presiones', asegura Wessling.

Desde su creación, son más de 243 países los que cuentan con un código de dominio nacional como .es en el caso español. Otras 13 terminaciones genéricas se han reservado para actividades diversas, .com, org o museum, que multiplicándolo por las miles de entidades que se acogen a estos criterio resulta la nada desdeñable cifra de 30.609.440 dominios autorizados desde la creación de Icann.

Direcciones postales' insuficientes

 

Las direcciones postales de Internet están llegando a su fin. El sistema que permite asignar una dirección a cada usuario (IPv4), basado en combinaciones de 32 bits, fue concebido en los años setenta para un total de 4.000 millones de combinaciones posibles, suficiente en una época en la que todavía no se había producido la explosión de la Red. Sin embargo, se prevé que el cupo se complete en 2005. Para entonces, no habrá combinaciones de números suficientes para satisfacer la demanda en el caso de que la mitad del planeta quisiera una dirección de Internet.

 

 

 

 

 

 

 

EE UU, país pionero en Internet, acapara además el 74% de las combinaciones disponibles actualmente. Sólo la Universidad de Standford, por ejemplo, tiene atribuidas más direcciones que China, país con un enorme potencial de crecimiento en la utilización de Internet.

 

 

 

La solución al problema de sobrecarga del ciberespacio se encuentra, según la Comisión Europea, en un nuevo protocolo (IPv6), que multiplicaría el número de direcciones disponible. El cambio sería especialmente positivo en un momento en el que la conexión a Internet ya no sólo se hace a través de un ordenador, sino también a través de un teléfono móvil, y en el que la comunicación ya no será necesariamente entre el usuario y la máquina, sino entre los propios aparatos, haciendo más necesario el aumento de conexiones.

 

 

 

La Comisión concede prioridad a estos nuevos servicios, que pueden convertir a los países europeos en auténticos protagonista de Internet, dejando de ser meros clientes.

 

 

 

La telefonía de tercera generación, que facilitará la transmisión de datos y la conexión a Internet, se verá fuertemente favorecida por el nuevo sistema de numeración, basado en combinaciones de 128 bits. 'Proporcionará más direcciones en el ciberespacio que granos de arena en las playas de todo el mundo', ha dicho Erkki Liikanen, comisario europeo de la Sociedad de la Información.

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