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Golf

Sergio y Olazábal quieren sacar nota en el British Open

Tanto Sergio García como José María Olazábal alcanzan la mitad del curso golfístico con resultados prometedores. Lo que no está tan claro es cuáles serán sus notas finales. Sergio ha ganado dos torneos, el primero del calendario americano y el Open de España. Olazábal se llevó el Buick Invitational. Entre los dos superan los 3,6 millones de dólares (más de 3,8 millones de euros) en premios sólo en Estados Unidos. Tiger Woods se encuentra por encima.

El extraordinario inicio de temporada no ha seguido el mismo ritmo. José María Olazábal, que ha conseguido clasificarse siete veces entre los 10 primeros en 12 torneos, reconoce sentir 'rabia por el modo cómo me han desaparecido las buenas sensaciones de comienzos de año'.

En los últimos tres torneos el de Hondarribia ha caído superado por el campo, además de fallar el primer corte justo la semana anterior a la disputa del US Open, donde acabó en el puesto 50. Su juego no se asemeja al del Masters, donde terminó cuarto.

El castellonense ha entrado entre los 10 primeros en los dos primeros grandes, octavo en Augusta y cuarto en el Bethpage Black Course, sede del US Open. Aunque falló dos cortes consecutivos, Sergio permanece atento a los grandes objetivos. 'Lo tuve ahí y se me escapó', dijo triste al concluir la cuarta vuelta que jugó al lado de Tiger después de tenerle a dos golpes tras los dos primeros hoyos. Sergio figura en la cuarta plaza de la lista de ganancias del circuito americano, en la que Olazábal es sexto.

Olazábal ha decidido preparar en solitario su participación en el British Open, que se disputará el próximo mes en Muirfield (Escocia). Seguirá la doctrina dictada por Butch Harmon, el entrenador del número uno mundial, cuyos efectos mágicos parecen haberse esfumado.

En estas tres semanas de descanso, apenas un par de días de distracción, que le servirán para visitar Sabiñánigo (Huesca), donde diseña un campo de golf que será explotado por los propietarios del balneario de Panticosa.

'El único jugador que puede hacer sombra a Tiger es Txema, sólo le falta ordenar su juego', dice Severiano Ballesteros, quien esta semana ha regresado a la competición en Irlanda tras permanecer dos meses sin jugar. 'Por su determinación y porque es competitivo y no se arruga, es el único que no se convertiría en cordero ante una final contra el Tigre', afirma el cántabro.

Sergio recibirá la colaboración de su novia, la tenista suiza Martina Hingis. 'Para mí es de una gran ayuda. Ella ha estado muchas veces en situaciones parecidas en finales del Grand Slam, su experiencia es positiva', explica el castellonense, que lamenta el comportamiento que tuvo con el público en el Bethpage Black Course, Nueva York, en el pasado US Open.

'Me equivoqué y pedí disculpas', se excusa Sergio en relación con el gesto que dirigió a los aficionados cuando contabilizaban en voz alta sus re-grips (movimiento repetitivo al colocar las manos en la empuñadura del palo), que llegaron a 35 en alguna ocasión.

'Tengo 45 segundos para golpear la bola, lo que haga en este tiempo es cosa mía. Es cierto que debo mejorar algunas cosas para que esto no suceda', confiesa Sergio, que recuerda que en Muirfield (Escocia), escenario este año del British, fue donde conquistó el British Amateur en 1998.

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