Calzada asegura que la información es la mejor protección para los inversores
La CNMV presentó ayer la memoria de 2001. El presidente de la Comisión, Blas Calzada, admitió que se trató de un año difícil, aunque él sólo ocupó su puesto los últimos tres meses. Ante la oleada de escándalos financieros, afirma que la información es la mejor protección, y considera que el regulador no debe ejercer una supervisión asfixiante sobre el mercado.
'El tacto del regulador es muy importante. Ni una laxitud inconsistente ni una presión excesiva son convenientes'. Blas Calzada expresaba así las dificultades del regulador de los mercados para actuar en una situación donde se combinan los escándalos financieros con la debilidad de numerosas empresas de servicios de inversión.
Sobre el escándalo Gescartera, Calzada admite que minó la credibilidad de la CNMV, y que ésta es difícil de recuperar. No obstante, posteriormente aseguró que si la mitad de los inversores que perdieron dinero en Gescartera 'hubiesen preguntado lo que tenían que preguntar, es decir, por qué se les ofrecían rentabilidades tan altas', no habrían sido estafados. La CNMV no estaba al corriente, dijo, de estas rentabilidades y por eso no preguntó. En esta misma línea, señaló que la información es el mejor mecanismo de protección con el que cuentan los inversores.
Calzada habló, también, de los casos de Enron y Worldcom. Considera imposible que se dé en España un caso como el de Worldcom, pues el fraude contable en el que incurrió la empresa estadounidense no se puede dar de forma masiva. Worldcom presentó gastos como inversiones. 'Lo que ha sucedido en EE UU tiene que ver con las reglas contables; en España no se podría dar al ser distintas'. Reconoció que en España 'algunas empresas han podido activar gastos', lo que hizo Worldcom para inflar los beneficios 'pero nunca en la proporción de la operadora estadounidense'.
Seis expedientes
Por otra parte, CNMV abrió durante el año 2001 un total de seis expedientes por infracción, frente a los 18 del ejercicio anterior, e impuso tres multas por importe de 2,7 millones de euros, dos suspensiones en el ejercicio del cargo y cuatro amonestaciones, según se desprende de la memoria presentada ayer.
De los seis expedientes abiertos, cinco lo fueron por infracción muy grave y uno por infracción grave. Durante el ejercicio pasado también se concluyeron 13 expedientes, de los que 10 se calificaron como faltas muy graves y los tres restantes como faltas graves.
Entre las diez infracciones muy graves, tres fueron por la realización de actividades reservadas a entidades registradas, dos por uso indebido de información privilegiada y dos por elusión de ofertas públicas de adquisición de acciones. El número de reclamaciones recibidas durante el año pasado se incrementó un 18,47%, hasta 1.385.
La Unidad de Vigilancia realizó 41 investigaciones, un 2,68% menos que en el ejercicio anterior. 16 fueron por manipulación de las cotizaciones y 14 por información privilegiada. El total de requerimientos llevados a cabo por este departamento del organismo rector descendió a 343, frente a los 550 del ejercicio anterior.