Alemania apuesta por una cumbre especial sobre las ayudas agrícolas
El ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, cree que quizá sea necesario convocar una cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) para zanjar el conflicto sobre las ayudas directas a la agricultura de cara a la ampliación.
En una reunión de la comisión parlamentaria de Asuntos Europeos, Fischer dijo ayer que, en cualquier caso, la decisión de convocar o no una cumbre será de la presidencia danesa, que comienza el próximo 1 de julio.
Aunque dijo que el problema de las ayudas directas a los campesinos de los países candidatos es 'una cuestión difícil' que, además, afecta a las relaciones franco-alemanas, sostuvo que el debate no altera el calendario de la ampliación. Fischer insistió en que el problema atañe a los socios actuales de la UE y que no está dirigido contra los candidatos a la adhesión.
En la reciente Cumbre de Sevilla, los jefes de Estado o de Gobierno de los Quince acordaron darse de plazo hasta noviembre para formular una posición conjunta. El Ejecutivo alemán mantiene una postura contraria a la de la mayoría de sus socios, pues se opone a mantener la actual política de subvenciones y aplicarla a los futuros socios. El argumento de Berlín es que, para un contribuyente neto como Alemania, mantener el modelo actual supondría una carga financiera insostenible. El canciller, Gerhard Schröder, se ha pronunciado repetidamente a favor de adelantar la reforma de la política agraria común (PAC) y reducir el nivel de subvenciones.
Por su parte, en España, el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, advirtió ayer de que el comisario europeo de Agricultura y Pesca, Franz Fischler, prepara 'una reforma sangrante para la agricultura española', con un importante recorte del Presupuesto comunitario de hasta el 20% en siete años. Barato aseguró que, 'de confirmarse las filtraciones, España será una gran perdedora', por lo que instó al Gobierno a bloquear la iniciativa comunitaria.