Descenso del IFO en junio
IFO de junio en Alemania: 91,3; previsión: 92,4; anterior: 91,6 (R+)
El índice IFO de confianza empresarial en Alemania registra en junio su segunda caída desde que inició su recuperación a finales del pasado año. En contraste con lo ocurrido en abril, en esta ocasión el retroceso se debe únicamente a la corrección que exhibe la rúbrica de expectativas, que, en todo caso, se mantiene por encima de los niveles de este mes. Por su parte, el componente de condiciones actuales exhibe su segundo crecimiento consecutivo (se sitúa en máximos desde noviembre del pasado año), confirmando el inicio de una recuperación anticipada por la espectacular subida de la rúbrica de expectativas y que respalda el escenario de mejor tono de la actividad industrial en el segundo trimestre del año.
El hecho de que la corrección de la rúbrica de expectativas haya estado condicionada por el comportamiento de determinados sectores como construcción y comercio minorista apunta a que la conflictividad generada por los procesos de negociación salarial en curso habría influido dicho resultado. Tras el acuerdo inicial alcanzado en los sectores químico y metal, en junio las movilizaciones en reclamo de mayores subidas salariales se han trasladado a los sectores de construcción y servicios. En el primero de ellos, la convocatoria de la primera huelga desde la Segunda Guerra mundial ha finalizado con un acuerdo de subida salarial de un 3,2% a partir del 1 de septiembre, nivel que se encuentra más próximo a la oferta inicial de los empresarios (3%) que a la reivindicación de los trabajadores (4,5%). En todo caso, el mantenimiento de la rúbrica de expectativas en máximos desde mediados de 2000 matiza una interpretación negativa de la caída de junio, en un contexto en el que la rúbrica de condiciones actuales está comenzando a evidenciar el fortalecimiento de la actividad en el sector industrial germano en la actualidad. Por tanto, no pensamos que el retroceso del IFO en junio introduzca cambios significativos en las perspectivas de recuperación que mantenemos para la economía alemana y europea en 2002, constituyendo más bien una corrección de un optimismo excesivo acerca de la fortaleza de la salida de la crisis.