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Consejo europeo

Los Quince dictaminan que la crisis económica 'ha terminado'

La desaceleración económica que empezó en 2001 y se agravó tras los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York 'ha terminado', según el documento final de conclusiones del Consejo Europeo de Sevilla. Los dignatarios se congratulan por el compromiso político de los Quince en materia de disciplina fiscal (a pesar de que Francia ha conseguido prácticamente carta blanca para no cumplir los objetivos) y piden que se avance más en el proceso de reformas.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE dictaminaron en Sevilla que 'la reciente desaceleración de la actividad económica ha terminado'. La crisis queda, pues, atrás. Y los Quince esperan 'cosechar los beneficios de las políticas macroeconómicas sólidas y las ambiciosas reformas económicas' en forma de mayor crecimiento y generación de empleos.

El documento de conclusiones aboga también por potenciar el proceso de reformas estructurales esbozado en la cumbre de Lisboa (marzo de 2000) y reforzado en la de Barcelona (marzo de 2002). Según el Consejo, 'ya se han hecho progresos considerables' en la agenda de reformas, pero ésta debe ser impulsada 'vigorosamente para conseguir los objetivos estratégicos de la Unión'.

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Energía

En materia de energía se limitó a 'confirmar' el calendario de apertura de los mercados de la electricidad y gas acordado en Barcelona. Francia consiguió que se retirara la frase, incluida en el borrador provisional, que urgía al Consejo de Ministros de Energía y al Parlamento Europeo para que 'adopten, tan pronto como sea posible en 2002, las propuestas pendientes para la fase final de apertura de los mercados de electricidad y gas'. El presidente francés, Jacques Chirac, no dudó en alardear de este logro durante la rueda de prensa celebrada tras la reunión del Consejo al afirmar 'miren cómo ha quedado el documento final'.

Entre las reformas liberalizadoras que los Quince consideran urgentes está la puesta en marcha del proyecto de cielo único para unificar los sistemas de control aéreo. Un plan ya apoyado en Barcelona y que acaba de ser contestado con una huelga de controladores en cinco países europeos.

Por lo demás, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE 'toman nota' del informe de la Comisión sobre la persistencia de barreras para el desarrollo de las redes de comunicaciones móviles de tercera generación y pide a todas las administraciones con potestades en este campo que 'actúen para superar las dificultades detectadas en el despliegue físico de estas redes'.

En materia laboral, la patronal europea Unice había enviado una carta a Aznar pidiendo que se reafirmara la apuesta por la flexibilidad en el empleo esbozada en la Cumbre de Barcelona 'porque ello es condición previa para el aumento del nivel de empleo y la mejora de la productividad'.

Reforma laboral

En su documento final, los Quince no olvidan incluir una mención a las reformas de liberalización 'del mercado laboral, y también de los de bienes y servicios'.

Las reformas laborales aprobadas por los Gobiernos de Aznar y de Silvio Berlusconi han sido rechazadas por sendas huelgas generales. Y Emilio Gabaglia, secretario general de la Confederación de Sindicatos Europeos, advirtió en Sevilla que si se confirma el 'giro neoliberal' de la UE en materia de reformas laborales convocarán una movilización general europea en otoño. Sin embargo, ni Aznar ni Berlusconi parecen dispuestos a dar marcha atrás en sus reformas.

Ambos mantienen que la liberalización del mercado laboral es esencial para impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo, sobre todo en un momento en el que la actividad sigue siendo bastante débil.

La economía de la zona euro creció un tímido 0,2% en el primer trimestre del año y la Comisión Europea augura un crecimiento del 0,3% al 0,6% para el segundo.

La actividad se ha visto impulsada sobre todo por las exportaciones, y Europa se está beneficiando claramente del aumento de la demanda procedente de Estados Unidos. Sin embargo, los expertos de la Comisión creen que en la segunda mitad del año se registrarán mejoras en la demanda doméstica y las inversiones.

El BCE asegura que los Doce lograrán alcanzar a fin de año su potencial de crecimiento, que se calcula en el 2,5%. Lo que no parece tan claro es que vaya a cumplirse el objetivo de inflación del 2% y buena parte del empuje al alza de los precios procede de España, donde la tasa interanual armonizada se mantuvo en mayo en el 3,7%.

Una cumbre con un euro fuerte

 

La reciente fortaleza del euro sin duda contribuye al optimismo económico de los dignatarios europeos. Aunque la subida de la divisa puede frenar las exportaciones, que han sido casi el único motor de crecimiento en los últimos meses, los responsables económicos de la UE están convencidos de que esto no ocurrirá. Es más, la Comisión Europea augura un repunte de la demanda interna que ayudará a compensar cualquier declive de las ventas en el exterior.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un euro fuerte ayuda, además, a mantener controlada la inflación (que es lo que más preocupa al BCE) y con ello aleja la amenaza de subida de tipos antes de que se afiance la recuperación económica.

 

 

 

 

 

 

 

El euro alcanzó el viernes los 0,971 dólares, el nivel más alto desde marzo de 2000. El BCE fijó el tipo de cambio oficial para el día en 0,964 dólares.

 

 

 

 

 

 

 

Los inversores, que suelen castigar a quienes no cumplen sus compromisos de ajuste fiscal, han optado por perdonar a la UE su falta de rigor a la hora de aplicar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Y es que, aunque algunos países de la UE están alejándose del objetivo de déficit cero para 2004 (Alemania, Portugal, Francia), la situación de Estados Unidos es mucho más complicada.

 

 

 

 

 

 

 

Los mercados están castigando al dólar (de ahí la apreciación del euro) porque creen insostenible el abultado déficit por cuenta corriente de EE UU (que ronda el 4% del PIB). Además, el desplome de cotizaciones en Wall Street ha hecho que muchos inversores liquiden posiciones en EE UU y se lleven el dinero a otros mercados.

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