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Crisis

Moody's agrava la situación de Brasil al rebajar su calificación crediticia

La agencia de calificación Moody's rebajó ayer la perspectiva de Brasil de estable a negativa, aunque mantiene la calificación en B1, sólo por encima de Venezuela y Argentina, entre los grandes economías de la región. La compañía de rating argumenta su rebaja, la segunda en un mes, como reflejo de la 'percepción negativa de los inversores'.

La gran preocupación es cómo va a manejar el Gobierno la deuda pública, que se estima en 274.000 millones de dólares (285.415 millones de euros). La desconfianza de los inversores en el futuro de Brasil ha forzado al banco central a canjear deuda a largo plazo por papeles a pagar en 2003. La situación era tan peligrosa que el Ejecutivo recurrió el pasado 14 de junio a un crédito stand by del Fondo Monetario Internacional (FMI) para recomprar bonos con vencimiento en 2003 y 2004, por 3.000 millones de dólares (3.125 millones de euros).

En este sentido, la ventaja del candidato de la izquierda, Lula da Silva, que tiene un apoyo del 38% frente al 19% de José Serra, el candidato oficialista, pone nerviosos a los mercados. La política heterodoxa de Lula y su vieja promesa de renegociar la deuda inquieta a los inversores.

Moody's alerta de la convicción de los inversores del 'deterioro en la capacidad de Brasil para acceder al mercado financiero en buenas condiciones', una percepción que 'puede elevar los riesgos financieros que afrontarán el Gobierno futuro y el actual'.

La economía brasileña no termina de funcionar. El PIB del primer trimestre se contrajo un 1,6% respecto al mismo trimestre de 2001. La crisis argentina ha provocado un descenso generalizado de las inversiones en toda la región y ha dado de lleno en Brasil, cuyas exportaciones al país vecino han caído un 67%. La rigidez del banco central, que el miércoles pasado mantuvo los tipos de interés en el 18,5%, tampoco suponen un estímulo a la inversión. La depreciación del real amenaza con disparar la inflación, lo que reduce las posibilidades del instituto emisor para relajar la política monetaria.

En los mercados, el índice Bovespa de la Bolsa caía a media sesión un 4,1%. El real volvió a depreciarse frente al dólar, la caída respecto a principios de año es del 19,5%. Los inversores optan por el dólar como moneda refugio ante las dificultades que atraviesa Brasil, un movimiento que complica más el manejo de la deuda y el panorama económico. El índice riesgo-país, el diferencial en los tipos de interés a los que Brasil remunera sus bonos respecto a los del Tesoro de EE UU, superaba ayer los 1.520 puntos básicos, reduciendo la brecha con Nigeria, aunque todavía lejos de la convulsa Argentina.

Las turbulencias políticas y económicas concentran todo el riesgo en América Latina. La inversión extranjera directa en la región caerá este año un 30%, según dijo ayer Graciela Moguillansky, jefa de inversiones de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (Cepal), informa Guillermo Sánchez-Vega, desde Santander. Los flujos de inversión pasarán de 76.000 a 56.000 millones de dólares (de 79.165 a 58.335 millones de euros), dificultando más la recuperación del subcontinente.

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