Aznar confía en cerrar en Sevilla una posición común sobre la inmigración
La inmigración 'es una fuente de vitalidad y energía', afirma Prodi en la misiva que ha dirigido al presidente del Gobierno. El italiano renueva el apoyo de su Ejecutivo a la decisión de Aznar de dedicar las dos jornadas de la Cumbre de Sevilla a la problemática de la inmigración. 'Tenemos que enviar un mensaje claro', recomienda Prodi, que se muestra partidario de una legislación 'implacable' con la inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos.
Pero, a diferencia del presidente del Gobierno, Prodi considera que la inmigración puede paliar el envejecimiento demográfico de la UE, aunque los propios estudios de la Comisión descartan que ese flujo (la inmigración neta en el año 2000 se situó en 680.000 personas) baste para compensar la baja tasa de fertilidad del continente (1,4 hijos por mujer).
Pero la presidencia española está decidida a sacar adelante una posición común de los Quince respecto a la inmigración y asegura que el acuerdo está prácticamente cerrado.
Frente a la prioridad inicial de la lucha contra el terrorismo para el semestre de presidencia, España ha hecho de la inmigración la estrella de la Cumbre de Sevilla como consecuencia de lo que califica de 'reflejo político' del propio Aznar.
'Con todo lo que estaba pasando y la incidencia tremenda [de esta cuestión] en las elecciones francesas, no sería real sentarse a hablar [en Sevilla] de la reforma de las instituciones', aseguran fuentes del Gobierno.
El programa que lleva la presidencia está prácticamente acordado, según estas fuentes, y sólo genera discrepancias la aplicación de sanciones a los países receptores de ayudas que no cooperen con Bruselas en la lucha contra la inmigración ilegal. Para solventarlo, España ha accedido a que la solicitud de sanciones contra terceros países se produzca a iniciativa de un país miembro, además de la Comisión como figuraba exclusivamente en el proyecto inicial. Con este retoque, 'el acuerdo queda cerrado', sostiene la presidencia.
Los Quince también abordarán en Sevilla el proceso de ampliación, bloqueado de momento por la falta de acuerdo sobre la concesión de ayudas directas a los agricultores del Este. Los países candidatos, que también acuden a la cita, ansían un maná comunitario que ha transformado en pocos años muchas regiones de España, Portugal o Irlanda. 'Andalucía y España han sabido aprovechar el enorme caudal de oportunidades que significó nuestra entrada en la Comunidad', reconoce la Junta de Andalucía en una declaración institucional sobre el Consejo Europeo.
Aznar debatirá con sus homólogos la factura de una ampliación que los países contribuyentes, con Alemania y Holanda a la cabeza, se niegan siquiera a negociar hasta que se reforme la política agraria común, que absorbe el 50% del presupuesto comunitario. Ante este retraso, España advierte que sólo será posible seguir con el calendario de la adhesión si hay acuerdo para el Consejo Europeo de octubre.