Argentina, un acuerdo de emergencia con el FMI

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, ha comenzado a tantear en firme la posibilidad de llegar a un 'acuerdo corto' con el FMI, ante los escollos que enfrenta la negociación (...).

Se trata de un plan de emergencia, que llegaría hasta septiembre o fin de año, a más tardar. Y evidencia las dificultades para cerrar un acuerdo más amplio con el Fondo antes del 14 de julio, como aspiran el presidente [Eduardo] Duhalde y el propio ministro de Economía. El monto en danza ronda los 5.000 millones de dólares y se asemeja a los vencimientos a afrontar con los organismos financieros internacionales entre mediados del mes que viene y finales de septiembre.

El llamado 'acuerdo corto' sería, por eso mismo, un atajo (...) para no entrar en cesación de pagos con el propio FMI, el BID y el Banco Mundial. Y (...) le evitaría al Gobierno considerar una alternativa que, con todo, ya ha desechado: apelar a las menguadas reservas del Banco Central para saldar los vencimientos.

Desde el Gobierno se le huye a ese default, entre otros, por dos motivos: se dice que significaría que 'Argentina se cae definitivamente del mundo', dado que casi no hay país que se encuentre en igual situación, y que llegado a ese punto, además, 'se terminarán las únicas fuentes de financiamiento que hoy tiene el país'. Habría que agregar un tercero: las implicaciones que esa circunstancia podría tener para el Gobierno en términos de estabilidad política.

Claro que una cesación de pagos tampoco le resultaría gratuita a la cúpula del FMI. Tendría que asumir el costo financiero de haberle prestado a Argentina 14.000 millones de dólares, y el político de dejarla caer en medio de una negociación.