Aznar acusa al PSOE de ceder la oposición a los sindicatos
El presidente del Gobierno, José María Aznar, acusó ayer al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, de haber cedido el papel de oposición a las centrales sindicales, impulsando en la sombra la huelga general convocada para hoy. En opinión de Aznar, la protesta tendrá un coste en términos económicos y de empleo. También aprovechó su intervención en la sesión de control parlamentario para reclamar de los sindicatos el respeto a los servicios mínimos.
El presidente reiteró en el Congreso de los Diputados algunas de las ideas que expuso el pasado lunes a puerta cerrada ante la junta directiva del PP. Ayer dejó clara su convicción de que el Gobierno no se sentirá deslegitimado el día después de la huelga 'porque la legitimidad la dan las urnas y los ciudadanos'. Con independencia del seguimiento de la convocatoria, aseguró también Aznar, el Ejecutivo proseguirá con su programa de reformas porque son 'las únicas que nos pueden garantizar el pleno empleo'.
El presidente sostuvo que en términos de dignidad política para con los parados, el PP acumula más que el PSOE después de haber reducido la tasa de paro del 24% al 11% desde el año 1996.
Zapatero acusó a Aznar de ser el 'principal culpable de la ruptura del diálogo social' y de haber promovido el recorte de los derechos sociales sin haber anunciado sus planes cuando sólo disponía de mayoría relativa en el Congreso. 'Usted, señor Aznar, ha vuelto a sus orígenes', le dijo el líder del PSOE.
El coordinador de IU, Gaspar Llamazares, reprochó al presidente las fuertes medidas de seguridad adoptadas en Sevilla, que la han convertido, en su opinión, en una ciudad 'sometida al estado de sitio y de excepción'.
El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, también tuvo ayer oportunidad de defender en el Congreso el decreto que reforma las prestaciones sociales. El portavoz de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, le reprochó haber 'jugado sucio' con la huelga convocada para hoy.