El diferencial de precios de España con la zona euro, en máximos desde 1995
El Gobierno achaca el alto nivel de precios al mayor crecimiento económico y admite que está investigando el efecto euro sobre los precios de consumo, producido en los dos últimos meses.
La inflación sigue dando quebraderos de cabeza al Gobierno. Ayer, pocos días después de conocer el IPC de mayo, se hicieron públicos los datos correspondientes al conjunto de la zona euro, en el que básicamente se registró una desaceleración en el nivel general de precios comunitarios, afectando con ello al diferencial con España, que aumenta considerablemente hasta niveles desconocidos desde 1995, cuando aún no existía la zona euro.
Concretamente, España amplió en mayo en cuatro décimas el diferencial con la media de países de la unión monetaria, hasta situarse en 1,7 puntos, frente a los 1,3 puntos correspondientes a abril. De acuerdo con el índice de precios de consumo armonizado, la tasa interanual de inflación se situó en España en mayo en el 3,7%, la misma que en abril.
Sin embargo, la media de la unión monetaria se redujo cuatro décimas, hasta el 2%, lo que ha permitido ampliar la distancia con la inflación española. La tasa del conjunto de la UE quedó en el 1,8%, en sintonía con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE), que considera adecuado un IPC que no pase del 2%. Irlanda continúa siendo el país más inflacionista, con una tasa del 6%, seguida de Grecia y Holanda, con el 3,8%. A continuación se situaron España (3,7%), Portugal (3,4%) e Italia (2,4%). En Alemania, con un crecimiento económico cercado al 0%, el aumento de los precios se encuentra limitado al 1%.
Asignatura pendiente
El Gobierno español no recogió con agrado el aumento del diferencial de inflación con Europa, que en el caso de los Quince llega a 1,9 puntos. El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, admitió ayer que el nivel de precios en España no es satisfactorio y lo achacó al 'fuerte crecimiento' que está registrando la economía española, que supera en 1,9 puntos al de la media comunitaria.
Rato reconoció que, hoy por hoy, la inflación es la gran asignatura pendiente de la política económica del Gobierno y que el diferencial de precios con la zona euro debería reducirse hasta niveles inferiores al punto, algo que, por otra parte, se ha ido consiguiendo hasta el pasado marzo, en el que los precios experimentaron un fuerte repunte en España, mientras que experimentaban una evolución contraria en el resto de Europa.
'Es el precio que tenemos que pagar por crecer más y tener unos tipos de interés muy bajos', dijo en su comparecencia cuatrimestral en el Congreso de los Diputados. Rato admitió, especialmente, el descontrol de los precios en algunos sectores como los servicios, fruto del aumento de los márgenes empresariales.
Con relación al efecto euro -redondeo al alza de los precios aprovechando la sustitución de la peseta por la moneda única-, el vicepresidente admitió que se haya podido producir un incremento de precios superior al detectado por el Gobierno en el primer trimestre, y que fue de sólo 0,25 puntos, en el IPC. Rato señaló que el Ministerio de Economía, a través de la Sociedad Española de Transición al Euro, está elaborando un informe sobre la subida de precios en abril y mayo. Economía se fijará, especialmente, en sectores muy sensibles al ciudadano medio, como la hostelería y restauración, en donde las organizaciones de consumidores han recibido muchas denuncias sobre subidas indiscriminadas de precios, aprovechando la retirada del doble etiquetado en los productos.
Por lo demás, Rato aseguró que la mejor forma de luchar contra la inflación, desde el Gobierno, es con una política presupuestaria rigurosa. 'El equilibrio fiscal y el control de los gastos corrientes es la mejor receta', dijo, rechazando comentar si el Ejecutivo está estudiando un nuevo plan liberalizador, que sirva de 'choque anti-inflacionista', como ya hizo en años anteriores.