La Agencia Tributaria aumenta la liquidez de las subastas gracias a Internet
Salvador Ruiz Gallud, director general de la Agencia Tributaria, explicó ayer que espera mejorar la liquidez y transparencia de las subastas de bienes incautados por impago de impuestos utilizando Internet, así como aumentar el número de pujas y el de participantes.
Para hacer estas transacciones es necesario obtener un certificado digital emitido por la Casa de la Moneda. El certificado se usa para hacer un depósito en las cuentas bancarias de la Agencia Tributaria por el 20% del precio de salida de los lotes. Se consigue entonces un código alfanumérico que sirve como garantía emitida por el banco de que la persona en cuestión ha hecho el depósito y puede participar en la subasta.
Una vez que alguien está acreditado, existe la opción de hacer pujas automáticas, cuyo elemento fundamental consiste en fijar un precio máximo. Estas pujas automáticas no impiden presenciar la subasta y hacer alguna modificación de última hora. Los aumentos de precio que se producen con el sistema de puja automática los fija la mesa, no el oferente, mediante una serie de tramos.
La puja automática no puede retirarse una vez que empieza el proceso de subasta porque, como explicó el director de informática de la Agencia, Santiago Segarra, no afecta sólo al oferente y a la propia Agencia, sino también a los otros pujadores que tienen que superar las ofertas previas.
El plazo dispuesto para que el adjudicatario ingrese el precio de remate es de cinco días y también podrá hacerlo a través de Internet. Si durante la primera subasta no se produce ninguna puja, se organiza una segunda con un precio de salida que es el 75% del anterior.
La Agencia Tributaria adaptará el sistema informático para poder llevar también a Internet las subastas de bienes muebles.
Las próximas subastas se celebran el 25 de junio, con 13 lotes, cuyos precios de salida están entre los 881.000 euros de un local y los 16.000 euros de una plaza de garaje, y el 4 de julio con la oferta de un local comercial cuyo precio arranca en 63.000 euros.