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Banderas abre la puerta de EE UU a Andalucía

Porra antequerana, ajoblanco, jamón ibérico y piononos de Santa Fe configuran el menú con el que Antonio Banderas obsequió a sus invitados, el pasado sábado. Este abanico de platos tan exótico fueron degustados por Steven Spielberg, Benicio del Toro, Jacqeline Bisset, Sylvester Stallone o Raquel Welch. Son algunos de los asistentes a la velada andaluza, organizada por la Consejería de Turismo en la casa del actor, con el objetivo de promocionar Andalucía en Estados Unidos.

Al acto asistieron además de personajes de Hollywood, operadores turísticos y responsables de líneas aéreas y agencias de viaje. Aunque la cifra de turistas de Estados Unidos en Andalucía es discreta, este mercado es interesante por su capacidad adquisitiva, que se refleja en un gasto diario en sus viajes a Andalucía de 64,8 euros, frente a una media de 38,3 euros.

La Consejería de Turismo inició en enero una campaña de promoción en Estados Unidos, de la que el núcleo central son los actos arropados por Antonio Banderas y Melanie Griffith, en su calidad de embajadores de Andalucía, cargo honorífico de carácter vitalicio y sin remuneración. El primer evento ha sido esta cena, elaborada por cuatro profesionales y una alumna de la escuela de hostelería La Cónsula de Málaga, a la que seguirán unas jornadas sobre cultura andaluza en la Universidad de Dickinson, en Pennsylvania, de la que Antonio Banderas es doctor honoris causa.

æpermil;ste es el segundo intento del actor, que actualmente trabaja en un guión sobre Boabdil y la conquista de Granada, para implicarse en la promoción de su comunidad natal. La primera y fallida experiencia fue en 1996, cuando firmó un contrato con la Consejería de Agricultura para hacer campaña a favor el aceite de oliva y el jamón ibérico. Sólo hacía unos meses que había pedido el voto para el PSOE, por lo que la iniciativa se interpretó como un favor político, dando lugar a una gran polémica que Banderas aplacó al aclarar que sus honorarios los cobraría en especie: con un jamón y aceite de oliva. La campaña quedó en nada.

El actor nunca ha ocultado sus simpatías políticas y tampoco ahora ha querido hacerlo, al apoyar la huelga convocada para el 20 de junio, pese a que acaba de entrar en el mundo empresarial, con la cadena de restaurantes La Posada de Antonio.

En esta nueva tentativa, Banderas presta su imagen y su casa gratis, según la Consejería de Turismo, frente a lo que ocurrió en 1995 con Julio Iglesias, que firmó un contrato con la Generalitat Valenciana para la promoción de esta comunidad, previo pago de 2,2 millones. Después se publicó, y la Generalitat nunca desmintió, que se pagaron otros 3,3 millones a través de paraísos fiscales.

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