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Internacional

El G-7 considera insuficientes las reformas aprobadas por Argentina

Los ministros de Economía de los siete países más industrializados se mostraron inflexibles con Argentina. El plan de reformas aprobado con alfileres por el Gobierno de Eduardo Duhalde es insuficiente y Buenos Aires deberá trabajar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para elaborar 'un nuevo programa' que preste especial atención a la política monetaria y la reestructuración bancaria.

El comunicado emitido por los titulares del G-7 (integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), permite anticipar una larga negociación entre el Gobierno argentino y el FMI. Los ministros dejan claro que el futuro pasa por que 'la propia Argentina desarrolle un plan para construir una recuperación económica creíble y sostenible'. Pese al reconocimiento a las reformas ya emprendidas, 'mucho más debe hacerse, especialmente en los relativo al marco monetario y la reestructuración bancaria'. De hecho, tampoco se muestran satisfechos con la forma en que Duhalde ha implementado las actuales exigencias. 'No se han hecho con la fuerza necesaria', dijo el titular alemán, Hans Eichel.

Para ello, piden al Gobierno de Duhalde que trabaje con el FMI en un 'nuevo programa' para implementar esas medidas. Los ministros son conscientes de que con esas exigencias sitúan al Gobierno argentino en la cuerda floja, pues el diseño y la puesta en marcha de un nuevo plan económico requieren un tiempo de que Argentina carece.

A mediados de julio, Buenos Aires debe afrontar vencimientos de deuda con los organismos internacionales por 1.750 millones de dólares (1.855 millones de euros). El ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunció ayer que no recurrirá a las mermadas reservas del Banco Central (que se estiman en unos 10.000 millones de dólares) para hacer frente a esos pagos, lo que significaría la primera suspensión de pagos de la historia con el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El 14 de julio es, pues, la nuevo fecha tope para que Argentina y el FMI concluyan un acuerdo de asistencia financiera.

La reunión del G-7, a la que asistieron el vicepresidente Rodrigo Rato y el comisario de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, como representantes de la Unión Europea, prestó especial atención al plan para combatir la financiación del terrorismo y urge al FMI y al Banco Mundial a que empiecen a incorporar los estándares de la lucha contra el blanqueo de dinero a sus planes de asistencia a países en desarrollo.

También piden a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que lideren la transparencia financiera internacional y permitan el acceso a la información bancaria y tributaria que sea necesaria para combatir la financiación del terrorismo. Un mensaje que traslada una advertencia directa a países que, como Luxemburgo o Suiza, pertenecen a la OCDE y hacen, al mismo tiempo, del secreto bancario una de sus principales bazas económicas.

El comunicado respalda el endurecimiento que ha dado la Administración estadounidense a la condicionalidad de la ayuda al desarrollo y apoya la reforma que prepara el FMI en sus planes de asistencia a países emergentes.

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