La confianza de los estadounidenses se quiebra en junio por la caída bursátil

La confianza de los consumidores en EE UU se ha precipitado en junio de una forma que recuerda a la caída que se produjo tras los atentados del 11-S. Según el índice de la Universidad de Michigan, la confianza de los estadounidenses se ha quedado en 90,8 puntos, frente a los 96,9 de mayo. Tras los ataques del año pasado, el retroceso fue de 9,7 puntos. Las previsiones para junio dejaban el índice en 96,5 puntos.
El descenso del consumo, especialmente en las ventas al por menor (un 0,9% menos en mayo) ha sido uno de los motivos del desplome. Los economistas temen que el gasto de los consumidores, que supone dos tercios del PIB, se haya agotado después de haberse mantenido robusto en los peores momentos de la recesión. Las causas de este agotamiento, y a la vez otro de los factores que más contribuyen a la caída de la confianza, es la situación de los mercados.
La Bolsa mostraba el viernes números rojos por cuarto día consecutivo. Los inversores están desaparecidos, y no sólo por las dudas sobre los resultados de las empresas, sino también por la crisis de credibilidad del sistema corporativo tras la sucesión de escándalos.
Por último, la situación geopolítica, agravada por el atentado en las cercanías del consulado de EE UU en Pakistán, completan un clima de pesimismo.
La producción industrial en mayo, conocida ayer, mostraba un moderado crecimiento del 0,2%. En abril el crecimiento fue del 0,3% y se esperaba el mismo porcentaje. A pesar de ello los inventarios siguen disminuyendo lentamente (un 0,2% en abril) y las fábricas están al 75,5% de utilización, un porcentaje que mejora los anteriores, pero que aún está lejos del 81,8% de los noventa.
Los economistas se preguntan qué pasa si ahora fallan los consumidores. En los dos últimos días, los expertos están consolidando la idea de que pasarán muchos meses antes de que la Reserva Federal suba los tipos de interés. En Lehman Brothers se empieza a pensar que cualquier subida puede producirse tan tarde como diciembre e incluso venir precedida por una nueva bajada de tipos.