Fox avanza en las reformas del empleo y del Presupuesto
El Ejecutivo mexicano ha presentado el Plan Nacional de Financiación del Desarrollo, que se desarrollará a lo largo de los próximos cuatro años y que tiene como objetivo aumentar la capacidad potencial de crecimiento de la economía y una mayor creación de empleo. Estos objetivos se alcanzarían mediante la puesta en marcha de una serie de reformas estructurales destinadas, principalmente, a promover un mayor saneamiento de las cuentas públicas e incentivar el ahorro privado.
En cuanto a las reformas en el ámbito de las finanzas públicas, se persigue racionalizar el gasto público, lo que, junto con mejoras en la recaudación impositiva, permitiría mantener un Presupuesto más equilibrado sin perjuicio de proyectos de inversión pública en infraestructura (otro de los puntos del plan).
Las proyecciones presentadas contemplan que, tras una gradual corrección del déficit, las cuentas públicas arrojen superávit en 2006. En cuanto al sistema financiero, se contempla la puesta en vigor de un nuevo marco regulatorio que permita la modernización y consolidación de la actividad del sistema bancario.
El otro pilar del plan nacional es la reforma del empleo, que busca flexibilizar el mercado laboral, pero fomentado políticas que permitan a la mano de obra adaptarse a esa mayor flexibilidad laboral. Estas medidas permitirían una creación anual de más de un millón de empleos a partir del año 2004, frente a un ritmo actual, que es de alrededor de 600.000 empleos anuales. De llevarse a cabo con éxito, las medidas propuestas propiciarían un mayor dinamismo de la demanda interna mexicana, especialmente en el ámbito del consumo privado e inversión empresarial.
A pesar de que esto se podría traducir en un ensanchamiento del déficit corriente, sin embargo, en el contexto de mayor crecimiento de la demanda interna se conseguiría atraer la cantidad suficiente de capitales como para financiarlo. Otro factor positivo sería el de reducir la fuerte dependencia de la economía de EE UU.
Por el momento sólo se conocen las líneas generales de un plan que puede dar un cambio importante en la economía mexicana. Queda por ver si la implantación del plan es factible y coherente con los objetivos del mismo.
Las dudas que rodean a las elecciones presidenciales en Brasil siguen presionando la cotización del real, que ha vuelto a depreciarse frente al dólar. El resto de divisas del área también ha registrado nuevas depreciaciones frente al dólar, salvo el peso mexicano, que mantiene su valor. También el peso argentino ha mantenido posiciones en una semana en la que la llegada de la misión del FMI ha sido interpretada como un paso adelante para lograr un acuerdo, que no está ni mucho menos garantizado.
Además del riesgo político que pesa en estos meses preelectorales en Brasil, existen factores técnicos que han contribuido tanto a la depreciación del real como al aumento de los diferenciales de la deuda brasileña.
En primer lugar está la introducción de una nueva normativa contable para los fondos de inversión, que obliga a contabilizar a valor de mercado las letras del Gobierno, para aumentar la transparencia. La normativa generó una masiva venta de letras a largo plazo, a favor de letras con menores vencimientos con el fin de no tener que reconocer pérdidas y tener activos menos volátiles en la cartera.
Adicionalmente, abril y mayo se caracterizaron por un fuerte vencimiento de letras en dólares que el Ejecutivo no renovó en su totalidad debido a su voluntad de disminuir su stock de deuda en esa divisa.
Como consecuencia, las curvas de rendimiento en reales han experimentado una caída en los tramos más cortos y un aumento en los más largos, mientras que la curva en dólares se ha trasladado casi paralelamente al alza. A raíz de la menor demanda de papel público, la Administración no ha podido completar el canje de deuda de todos los vencimientos generando un aumento de liquidez, que ante el panorama de incertidumbre reinante se traslada inevitablemente a una mayor demanda de dólares, como moneda refugio.
æpermil;ste es un proceso que se retroalimenta y puede generar círculos viciosos, puesto que la tensión de los tramos largos, la depreciación de la divisa y la concentración de emisiones a corto plazo deterioran la solvencia del Estado.