El 25% de los cajeros estará instalado fuera de las oficinas bancarias en 2005
España tiene una de las tasas más altas del mundo de cajeros: cerca de 1.100 por millón de habitantes. Las entidades financieras son conscientes de que los terminales funcionan como una especie de prolongación de la oficina en sitios donde no es posible o no es rentable abrir una. Y optan cada vez más por instalar cajeros fuera de las sucursales, lo que se denomina cajeros desplazados. Actualmente suponen el 16,6% de los 48.000 terminales existentes. Pero en 2005 serán el 25%, según las previsiones del primer fabricante de cajeros en España, NCR. El número de terminales crecerá también un 25% y llegará a los 60.000.
Aparcamientos y bares
La tendencia es el crecimiento de terminales, 'pese a la concentración de las entidades financieras', que provoca una reducción de sucursales, explicó ayer el presidente de NCR en España, Fernando Reyes. Bancos y cajas ven el terminal como una forma de reducir las operaciones de ventanilla poco rentables (consulta de saldo, retirada de efectivo, etc.)
Un estudio encargado por NCR a Vox Pública muestra que los españoles se han acostumbrado a disponer de los cajeros y demandan más en lugares distintos a las sucursales. El 47,9% de los españoles querría terminales en tiendas y supermercados. Precisamente los centros comerciales son los primeros lugares donde la banca ha instalado unidades.
Mientras, un 12% de los encuestados ve necesario instalarlos en hospitales; un 8,4%, en estaciones de tren, metro o autobuses; un 6,1%, en aparcamientos y gasolineras, y un 5,4% en bares y discotecas. Otras opciones son parques de ocio y universidades.
Otro de los comportamientos que resalta el estudio es que, en el caso de encontrar un cajero fuera de servicio, un 25% de encuestados estaría dispuesto a pagar un poco más por poder sacar el dinero en otro cajero cercano.
NCR facturó el año pasado por cajeros 106 millones de euros, un 17% más. Y más del 10% de ese negocio se produjo por los cambios y adaptaciones de terminales que provocó el euro.