¿Despegue o estancamiento?
Un ASP (application service provider) posibilita a las empresas el uso de aplicaciones software a través de Internet u otros sistemas alternativos de telecomunicación, en modo alquiler y utilizando una infraestructura y servicios de soporte, operación y mantenimiento externalizados y compartidos.
En este artículo nos referiremos en todo momento a ASP, que proporcionan soluciones de negocio, definidas como aquellas que requieren servicios de consultoría y un cierto nivel de personalización en función del sector o el proceso de que se trate.
Casi todos estamos de acuerdo a día de hoy en que el mercado ASP en España no ha experimentado el crecimiento esperado, a pesar de que todos los estudios de los expertos en la materia preveían un fuerte crecimiento del mismo ya en 2.002. Esto ha dado lugar a que muchas de las compañías que se constituyeron como empresas ASP a principios del año 2001 hayan abandonado o hibernado sus iniciativas o simplemente se hayan fusionado.
No vamos a acudir a los libros ni a los fundamentos teóricos del modelo ASP para tratar de explicar el porqué de este retraso en la aceptación del modelo ASP en España. Acudiremos directamente a la experiencia, como ya nos decía hace unos cuantos años Antonio Machado: 'Caminante, no hay camino, se hace camino al andar...'.
Soluziona dirigió a principios de año un estudio de mercado entre 890 empresas pertenecientes a los sectores de Editorial y Artes Gráficas, Productos Químicos y Maquinaria (según clasificación SIC). El objetivo era conocer la situación de sus empresas en cuanto a la automatización de sus procesos en los ámbitos económico-financiero, logístico y comercial y la receptividad que podían tener hacia la contratación del modelo ASP.
Las conclusiones alcanzadas sobre la aceptación del modelo ASP revelan lo siguiente:
1. Tendencia a planificar implantaciones de sistemas de corta duración y con baja personalización. El argumento básico es que las empresas prefieren, y por este orden, reducir sus costes, realizar mejoras continuas una vez implantado el sistema y evitar implantaciones interminables y con alto desgaste de la organización.
2. Existencia de opiniones contrapuestas sobre la propiedad de las aplicaciones. Mientras unas prefieren alquilar los sistemas garantizando así una innovación constante, otras se decantan todavía adquirir las aplicaciones sin perder la posibilidad de realizar adaptaciones.
3. La externalización de servicios es bien recibida. Las preferencias, aunque también dispares, en general se inclinan hacia la externalización, argumentando la importancia, dificultad y coste de mantenerse al día adecuadamente.
4. Preocupación por la seguridad de la información. Se reconocen los beneficios de ubicar los datos en proveedores especializados, pero se mantiene una tendencia a mantenerlos en la empresa por temor a perder su control o su acceso inmediato.
5. Preocupación por el rendimiento de los sistemas y su coste. La mayoría de las empresas expresan su preocupación por la necesidad de gastarse demasiado para obtener rendimientos adecuados si se mantienen los sistemas fuera de sus instalaciones.
Tanto la preocupación por la seguridad, que puede tener un componente más cultural, como la desconfianza hacia el rendimiento disminuirán conforme se vaya probando el modelo y se ajuste una relación rendimiento precio más competitiva. No obstante, hoy las comunicaciones permiten dar tiempos de respuesta adecuados, pudiendo compensarse los costes de comunicaciones con algunos de los ahorros antes mencionados.
En cuanto a las ventajas identificadas sobre el modelo ASP, las empresas estudiadas están conformes en que se facilitará la gestión de proveedores, se reducirán los gatos imprevistos en sistemas, se reducirá la dedicación de personal a mantenimiento y soporte, y será más fácil predecir las inversiones y gastos en sistemas de información.
La experiencia que vivimos con la puesta en marcha de este innovador modelo de negocio no nos deja de sorprender. Están siendo las empresas grandes y en general las que están presentes en varias ubicaciones las más receptivas y permeables al modelo ASP, en contra de la teoría inicial de que serían las pymes las que rápidamente contratarían estos servicios. Probablemente la explicación la encontremos en la mayor penetración de la tecnología en las grandes empresas, en la también mayor experiencia en externalización de servicios o en que las pequeñas y medianas empresas no quieran ser pioneras.
¿Cuánto más habrá que esperar? Nadie lo sabe con certeza, pero lo que sí parece seguro es que el modelo de negocio antes o después explotará. Los ASP que estén siendo prudentes en sus inversiones, seleccionen el momento adecuado para las mismas y sean capaces de ofrecer un modelo de costes competitivo sobrevivirán y muy probablemente triunfarán. El modelo de negocio promete ser un éxito y convertirse en un estándar.