Lladró demanda a la hija de su presidente por usar el apellido para un vino
El grupo de figuras de porcelana Lladró ha interpuesto una demanda contra Comercial Rosa María Lladró, propiedad de la hija del presidente José Lladró, en la que exige que deje de usar la marca Duque de Lladró para los vinos que produce su bodega Terra Reial. En la demanda, Lladró también reclama el cambio del nombre de la mercantil Comercial Rosa María Lladró para que no aparezca el apellido de la familia.
Según explicó ayer el asesor jurídico de la compañía, Francisco Vallés, el procedimiento civil se ha iniciado después de que en un primer momento se dirigiesen a Comercial Rosa María Lladró para que pedirle que dejase de usar el apellido de la familia en la marca del vino. Posteriormente la Oficina de Patentes y Marcas denegó tanto en primera instancia como definitivamente, la inscripción de Duque de Lladró como marca para el vino 'por similitud con una marca renombrada y que tiene notoriedad, lo que quiebra el principio de especialidad', según Vallés, que asegura que Comercial Rosa María Lladró sigue comercializando el vino bajo esta marca.
Siempre según la versión del abogado de Lladró, la Oficina Española de Patentes y Marcas rechazó las alegaciones presentadas por Comercial Rosa María Lladró, en las que señalaba que la marca la conformaba un nombre compuesto y un logotipo, algo que desestimó el organismo regulador por entender que la base de la marca es el apelativo Lladró. Por otra parte, argumentó que la marca incluía el primer apellido de la solicitante. En este punto, la Oficina Española de Patentes y Marcas, echando mano de jurisprudencia anterior, desestimó el recurso señalando que 'una cosa es el derecho a tener un nombre como atributo para identificarse en la sociedad y otra el derecho a registrar ese nombre como marca para identificar un producto', explicó Vallés.
1,2 millones para defensa
Según Vallés, Lladró tiene por costumbre recurrir la inscripción de 'cualquier marca o sociedad que incluya el nombre de Lladró en todo el mundo', independientemente de quién sea el registrante, como ocurre en este caso, en el que Rosa María Lladró es accionista de la compañía.
'Nuestra marca es uno de nuestros mayores activos y nos gastamos 1,2 millones de euros al año defendiéndola', explicó Vallés. Ahora, por la vía judicial, exigen que la mercantil cambie de nombre y se cambie el nombre de la marca. 'Estamos pendientes de si acepta estas exigencias antes de llegar al final del proceso', dijo Vallés.