Las cajas rurales dan el primer paso para convertirse en grupo
El nuevo presidente de la Asociación Española de Cajas Rurales (AECR), Pedro García Romera, aspira a que las 78 entidades den el primer paso para convertirse en un verdadero grupo y decidan el modelo que se seguirá por consenso. El debate ya ha comenzado. Unidas pasarían a ser la sexta entidad por activos, tras el Popular.
Formar un grupo consolidado sería el último estadio del proyecto que el nuevo presidente de la AECR quiere impulsar. Antes de tres años, el tiempo que estará en el cargo hasta las nuevas elecciones, Pedro García Romera aspira a llegar a una primera fase en la que se pondrá en marcha el modelo para crear una sola entidad. De ser así, se convertiría en el sexto grupo por activos tras el Banco Popular y delante del Sabadell.
Pero, ante todo, García Romera quiere que este modelo 'sea el que las cajas rurales decidan tras un debate y por consenso', señaló en una entrevista con este periódico. El Banco de España ha instado repetidamente a este sector a ganar tamaño vía fusiones o consolidando sus balances.
El principal escollo será salvar el temor de gran parte de las entidades a perder autonomía e identidad local.
La idea es crear una dirección única y mantener como brazo financiero al Banco Cooperativo, además de las otras participadas (la aseguradora RGA y RSI, de tecnología). La adhesión al proyecto será voluntaria.
En otro frente, las cooperativas de crédito están intentando que el PP incluya en el trámite parlamentario de la Ley Financiera una enmienda para que el tope de participación que pueden tener en otras sociedades suba del 25% proyectado hasta el 75%. Otras propuestas que ha recibido el Grupo Popular es elevarlo hasta el 100%, pero con límites sobre la cuantía de la inversión. Consideran este tope un obstáculo para diversificar su negocio.
Precisamente ahora que se plantea una mayor cohesión, las entidades tienen que decidir si aprueban expulsar de la asociación a la primera caja rural por activos y negocio, Cajamar (Almería y Málaga), como se propuso en la última asamblea.
El conflicto con Cajamar
García Romera declaró que no hay un acuerdo cerrado, pese a que existen negociaciones para que la salida de esta entidad se produzca dentro de un año, según fuentes del sector. Negó, además, que haya acusaciones por parte de muchas entidades contra Cajamar por sus iniciativas al margen del grupo. En este sentido, afirmó que 'nadie quiere que se vayan'.
De materializarse la salida, el grupo Caja Rural perdería casi la cuarta parte de sus activos y de su beneficio. Según García Romera, 'esto es asumible'.
En paralelo al proyecto de cohesión, la asociación se ha marcado un plan estratégico 2002-2006 por el que todas las entidades tendrán que cumplir con unos ratios mínimos para acercarse a los de bancos y cajas, entre ellos el de eficiencia (el porcentaje de gastos sobre los ingresos) y de morosidad. El objetivo es llegar al 52% y al 0,98%, respectivamente.
El presidente de la AECR cree que el periodo de fusiones 'ha acabado por el momento'. En menos de dos años se han producido cinco.