Duhalde sustituye el 'corralito' por el canje voluntario de bonos estatales
Según afirmó ayer el secretario de Finanzas argentino, Guillermo Nielsen, los ahorradores atrapados por la retención de sus depósitos dispondrán de 30 días hábiles para optar por los bonos estatales, informa Efe.
Durante este período, los bancos lanzarán campañas publicitarias para convencer a sus clientes de las bondades del nuevo esquema financiero e, incluso, algunas entidades anunciarán que 'están en condiciones' de devolver los ahorros retenidos en el corralito, aseguró Nielsen.
'Somos conscientes de que no es la solución definitiva. A partir de la reglamentación, serán los bancos los que tienen que lograr que el plan tenga éxito', destacó el secretario de Finanzas, a quien se atribuye la autoría del nuevo sistema.
El nuevo régimen prevé la emisión de bonos pagaderos a 39, 60, y 123 meses, según el tipo de depósito, títulos que podrán ser negociados en la Bolsa de Valores para el pago de deudas impositivas o para adquirir vehículos, maquinarias, viviendas u otros bienes.
Los bonos, que en algunos casos cotizarán de acuerdo con valores promedio fijados en licitaciones de títulos públicos, pagarán en todos los casos intereses semestrales y los reprogramados en dólares a 123 meses, es decir los de más largo plazo, 'tendrán beneficios extraordinarios', según informó Nielsen.
Construcción de viviendas
El nuevo sistema no modificará en ningún caso la conversión de los depósitos en la moneda estadounidense a la cotización de 1,40 pesos por cada dólar, el valor fijado por el Gobierno cuando el presidente Eduardo Duhalde puso fin el pasado mes de enero al régimen de paridad uno a uno que rigió la economía argentina durante casi 11 años.
El Gobierno argentino desea que los bonos correspondientes a los depósitos bancarios de mayor volumen puedan ser negociados para financiar la construcción de viviendas, un sector paralizado por la recesión económica que arrastra el país desde mediados de 1998
El corralito, calificado de 'maldito' por Duhalde, fue una de las últimas medidas adoptadas por el entonces presidente del país, Fernando de la Rúa, y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, a principios de diciembre del año pasado, tres semanas antes de verse obligados a renunciar al cargo en medio de un estallido social.
Hace dos meses y medio, el corralito también forzó la dimisión del ministro de Economía Jorge Remes Lenicov cuando el Parlamento le dio la espalda a su proyecto de canje obligatorio de los depósitos bancarios por bonos estatales.
Al anunciar la semana pasada las grandes líneas del nuevo plan, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, advirtió de que no había 'nada para festejar' pues el sistema significaba 'repartir equitativamente' entre los ahorradores, los bancos y el Estado la crisis que generó el corralito.
Se calcula que el Estado argentino habrá pagado entre 9.500 millones y 20.000 millones de dólares al concluir el plazo de esos títulos para compensar a los bancos, pesificar los créditos de particulares y empresas y devolver los depósitos en la moneda original.