Jornadas del lechazo
Desde el día 7 y hasta fin de mes en Aranda de Duero menús con cordero por 30 euros
¿Quién no sucumbe ante un crujiente y jugoso cordero asado? El plato más emblemático de la gastronomía castellano-leonesa tiene fidelísimos seguidores, y no sólo en las dos mesetas. Para ellos, que son legión, se presentan interesantes las jornadas del lechazo asado que se organizan en Aranda de Duero (Burgos). La iniciativa parte del Ayuntamiento de Aranda, la asociación de hosteleros de esta ciudad, el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Lechazo de Castilla y León y el Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero.
A lo largo de cuatro fines de semana de junio 14 asadores ofrecerán a los visitantes un menú protagonizado por productos procedentes de los corderos lechales, rematado por un lechazo asado a la manera tradicional en horno de leña. Las entradas variarán según los restaurantes: manitas de cordero (con pimientos, a la burgalesa, estilo pastor), paté de lechazo, pencas rellenas de mollejas con pisto, chanfaina de lechazo, mollejas, asadurillas, riñones, menudillos, revuelto o mousse de sesos, la omnipresente y riquísima morcilla de Burgos, croquetas, chorizo, ensalada de caza o alubias con chorizo -para los de estómago contundente-, entre otras. Después, un buen lechazo con ensalada, y para terminar postres caseros, sin olvidar el preceptivo acompañamiento de un buen tinto de la ribera, el mejor maridaje posible. Y todo a un precio cerrado: 30 euros por menú. Además el ayuntamiento arandino ha previsto una serie de actividades paralelas de música y danza castellanas, dramatizaciones de época, pasacalles, talleres de artesanía o visitas guiadas a monumentos y bodegas.
Los restaurantes participantes darán fe de que un lechazo asado a la vieja usanza es la mejor forma de degustarlo, pero con ciertas premisas. El cordero, de no más de un mes, sólo puede alimentarse con leche materna y sacrificarse cuando pesa unos cinco kilos. Originario de las razas churra, castellana y ojalada, procedentes de Castilla y León, cuenta con indicación geográfica protegida (reconocida por la UE). El mejor momento para saborearlo es en primavera, cuando la oveja come los nuevos pastos que dan sabor a la leche que amamanta a las crías, pero indudablemente para prepararlo cuenta la experiencia del maestro asador. Hornos tradicionales, cazuela de barro, fuego lento, agua y sal darán como resultado una carne tierna y jugosa, con una piel churruscante... una delicia para disfrutar a sólo 150 kilómetros de Madrid.
Asadores implicados
Central de información y reservas: Tel.: 947 507 911 y 947 510 476.
Área Tudanca.
Asador José María
Asador La Perla
Asador Mateo
Casa Florencio
Casa Rafael Corrales
El Ciprés
El Cordero
Rte. Tres Condes
Mesón de la Villa
Mesón El Pastor
Mesón El Roble
Restaurante El Lagar
Venta Los Rastrojos