Telefónica cae un 13%, más que la media del sector
El castigo ha sido constante no sólo para Telefónica, sino para el sector de telecomunicaciones europeo. La operadora ha recortado un 13% en esta semana, lo que coloca la acción a un paso del mínimo alcanzado tras los atentados contra Estados Unidos.
El descenso medio de las compañías del Viejo Continente ha sido del 8,83% en el periodo. Sólo hay un valor, France Télécom, que lo ha hecho peor que la española. El retroceso de la francesa ha sido del 14,30%. El grupo, en sí, cerró la semana en mínimos de los últimos cinco años.
Durante estos días ha aumentado el pesimismo de los inversores tras conocer los nuevos profit warnings (advertencias a peor en los resultados) que han realizado algunas empresas. Intel ha reconocido que será imposible alcanzar los objetivos marcados para el próximo trimestre. Biogen hizo lo propio ayer. Y el resultado no ha sido otro que la caída libre en la que se encuentra el Nasdaq, que está al borde de perder los 1.500 puntos. Europa ha respondido con fuertes movimientos a la baja dentro del sector de telecomunicaciones y tecnológico. Pero Telefónica tiene ahora un problema añadido. La crisis de Brasil, con unas elecciones a la vuelta de la esquina, ha elevado el riesgo país en más de 400 puntos los últimos dos meses.
También figura el rumor de que alguna firma de calificación baje el rating del país. France Télécom, que se encuentra en mínimo histórico, se ha visto penalizada las últimas sesiones por algunas noticias. La compañía ha tenido que comprar la participación del 2% que Eon tenía en Orange. La operación, que se hace con una prima superior al 60%, supone un agravio para la ya de por sí abultada deuda de la compañía gala.
Otra de las grandes perdedoras es Deutsche Telekom, que ha colocado el precio en las cotas más bajas desde su estreno en Bolsa. Desde principios de 2000 las acciones, que llegaron a valer hasta 103,50 euros, se han depreciado un 90%, lo que supone una pérdida de 300.000 euros en el mercado bursátil.
Grupos de protección de los accionistas han calificado los títulos de la alemana de 'una inversión para masoquistas'.