La caída del real y del peso pone en riesgo los planes de crecimiento de Telefónica
Intel, el mayor fabricante mundial de chips para ordenadores, conocido mundialmente por su serie Pentium, sufrió ayer un descalabro bursátil con una caída del 19%, después de que la víspera anunciara con el mercado cerrado una rebaja en su previsión de ventas, y dando una clara señal de que la recuperación de la demanda de tecnologías de la información será lenta.
La acción de Intel cayó cinco dólares, lo que supuso una pérdida de capitalización bursátil superior a 35.000 millones de euros. La compañía californiana equipa con sus microprocesadores al 80% de los ordenadores personales.
El declive de la industria informática y de la microelectrónica comenzó hace 18 meses y ha llenado de desconfianza a los inversores.
Las empresas se muestran reacias a invertir en tecnologías de la información, tras el ¢empacho¢ de los últimos años y la necesidad de reducir gastos.
En el caso de Intel ocurre también que se teme pueda sufrir las consecuencias no ya sólo de la caída en sus márgenes por la exigencia de abaratar sus chips para vender más, sino también el abandono de la marca por parte de clientes que busquen proveedores más baratos.
Mayor desconfianza
La desconfianza generada por el anuncio de Intel ha sido brutal. ¢Mucha gente pensaba que la empresa tenía un gran control del negocio, y sin embargo llevan varias previsiones equivocadas desde que empezó la crisis¢, subraya un gestor de fondos.
Intel había estimado en abril que las ventas del segundo trimestre estarían entre 6.400 y 7.000 millones de dólares, y el director financiero Andy Bryant redujo la horquilla el pasado jueves a 6.200 y 6.500 millones.
Los presupuestos de gasto en equipos de tecnologías de la información no se espera que mejoren hasta el próximo año, y siempre y cuando los productos tengan innovación añadida que permita mejorar sensiblemente los procesos productivos.
Las acciones de Intel cotizan con un multiplicador de 31 veces el beneficio.