Vea a la familia además de hablar con ella
La videoconferencia ha dejado de ser una herramienta de comunicación exclusiva para las grandes empresas que quieren recortar sus gastos en viajes. Cindetel, suministrador de líneas telefónicas para unos 500 locutorios de toda España, estrenó esta semana en Madrid su primer servicio de videoconferencia especialmente pensado para los inmigrantes.
'Hoy no estamos inventando la videoconferencia, pero estamos poniendo una tecnología avanzada a disposición de un público que hasta ahora no se la podía permitir y que, además, vive lejos de sus familiares y amigos, a los que ahora va a poder ver', dijo Ángel Luis Gonzalo, consejero delegado de Cindetel, al inaugurar el nuevo servicio, que utiliza la tecnología de Telefónica.
Por el momento, este servicio está funcionando en tres locutorios de Madrid, Lima y Bogotá. La videoconferencia se debe reservar con dos días de antelación, como mínimo, y un máximo de dos semanas. Así, se deberá fijar una cita para avisar con suficiente tiempo a la persona con la que se quiere hablar en Lima o Bogotá, que deberá trasladarse al centro cliente de Cindetel, preparado para recibir videoconferencias.
El coste inicial de las sesiones es de 1,50 euros al minuto, pero la intención de Cindetel es estudiar los hábitos de los usuarios y establecer ofertas por determinado tiempo, de 15, 20, 25 o 30 minutos. Para dar a conocer cómo funciona el servicio y sus posibilidades, Cindetel invitará a probar la videoconferencia a algunos de sus clientes.
El precio resulta asequible porque las conexiones se realizan con líneas RDSI, que son más comunes y de menor coste que otras tecnologías alternativas, como el ADSL. Aunque esta conexión no es de banda ancha, permite una comunicación sin cortes y sin retrasos entre el sonido y la imagen.
Tanto el embajador de Perú como el de Colombia asistieron al acto de inauguración y probaron el funcionamiento del servicio, conversando con las embajadas españolas en sus respectivos países. 'La videoconferencia va a ser un gran paso para la calidad de vida de nuestros emigrantes y abre una interesante vía para el comercio entre los dos países', resaltó Carlos José Pareja, embajador de Perú.
Cindetel, que facturó 36 millones de euros en 2001, piensa extender el servicio de videoconferencia a otros países. Antes de que acabe el año tendrá locutorios preparados para la videoconferencia en Ecuador, República Dominicana, Marruecos, Senegal y siete ciudades españolas de Cataluña y la zona de Levante.
Para entonces, Cindetel espera que en sus centros se celebren unas 15.000 sesiones de videoconferencia al mes.