El Episcopado censura las críticas del Gobierno a los obispos vascos
El comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal analizó ayer durante cinco horas la respuesta a las críticas lanzadas por el Gobierno a la pastoral de los obispos vascos en las que rechazan la ilegalización de Batasuna y defienden la aproximación de los presos etarras a las cárceles de Euskadi. En un comunicado emitido al final de la reunión, el Episcopado considera 'a todas luces injusta y desproporcionada' la respuesta del Ejecutivo a la mencionada pastoral.
La Conferencia Episcopal considera que esta 'crítica descalificadora daña gravemente a la Iglesia, disminuyendo su credibilidad moral y limitando la libertad que le garantiza su estatuto jurídico, tal como lo establecen la Constitución y los acuerdos firmados entre el Estado y la Santa Sede'.
A juicio de la jerarquía eclesiástica, 'no es justo afirmar que en el citado documento [la pastoral de los obispos] se opta por un partido político determinado'. Desde el Gobierno se acusó a los prelados de defender las mismas posiciones políticas que los nacionalistas vascos. Tampoco es de recibo, añade la Conferencia Episcopal, negar que la pastoral incorpora 'una clara y terminante condena del terrorismo y de todas aquellas personas o grupos que colaboran con las acciones terroristas, las encubren o las defienden'.
Posición de ambigüedad
Por último, el Episcopado reconoce la legitimidad del Gobierno y del Parlamento para establecer las condiciones legales que rigen para la constitución y disolución de las fuerzas políticas.
Antes de emitir este comunicado, el Gobierno y el Partido Popular habían expresado su confianza en una posición 'contundente' de la jerarquía eclesiástica frente a la pastoral de los obispos vascos.
El ministro portavoz, Pío Cabanillas, afirmó: 'Nos estamos enfrentando a un contexto de ambigüedad, de claudicación, de miedo y de cobardía que no puede ser la norma. No podemos pensar que la solución al terrorismo sea que se callen las víctimas'.