Merrill emitía mejores recomendaciones de las empresas clientes que del resto
Merrill Lynch se comprometió con el fiscal de Nueva York a pagar 100 millones de dólares (106 millones de euros), a supervisar a sus analistas y una serie de medidas para reformar el proceso de investigación accionarial. La casa de análisis ya ha colgado en la red una lista con las compañías con las que mantiene relación y continúa divulgando información sobre sus prácticas.
La firma apuntó en un informe que sus 500 analistas emitieron más recomendaciones de compra el pasado ejercicio para compañías que eran sus clientes que para otras que no. El 26% de las compañías analizadas por Merrill que son clientes del banco tienen una recomendación de fuerte compra, porcentaje que baja al 18% para compañías que no son clientes. Las recomendaciones de compra para sus clientes alcanzaron el 40% frente al 36% del resto.
El acuerdo de Merrill Lynch con el fiscal no creó una separación completa entre su división de análisis y la de banca de inversión, pero sí intentó evitar los conflictos de intereses. La firma de análisis se comprometió a dar cuenta de sus análisis a través de una comité independiente de supervisión, y dejará de ligar el sueldo de los analistas a los ingresos por banca de negocios.
Una portavoz de Merrill Lynch se negó a hacer comentarios sobre las prácticas de la compañía. 'Parte del trabajo de un analista es identificar compañías y transacciones que beneficiarán a nuestros clientes inversores' añadió.
Las recomendaciones negativas también escasearon más entre los clientes de Merrill. Las valoraciones aconsejando mantenerse neutral alcanzaron el 40% de las compañías analizadas frente al 30% que correspondieron a aquellas que además eran clientes de la banca de inversión. Las recomendaciones de venta alcanzaron el 6% frente al 4% que obtuvieron las compañías que mantenían lazos con la firma.
Merrill Lynch, sin embargo, no favoreció a clientes de todas las industrias. Dentro del sector de las telecomunicaciones, un sector en crisis y fuertemente azotado, aconsejaron vender hasta el 15% de las compañías que también son clientes, mientras que en todo el sector estas recomendaciones alcanzaron el 12%.
Algunas voces a favor de la casa de análisis aseguraron que la firma puede escoger a sus clientes, lo que explicaría que eligiese a las mejores empresas, aunque sí reconocieron que los datos de la firma eran sospechosos.
Entre la información recabada por el fiscal de Nueva York destacaron los correos electrónicos que enviaba el analista Henry Blodget, en los que se ponía de manifiesto tanto su desconfianza en las empresas que recomendaba como el que dichas recomendaciones eran para ganar negocio en banca de inversión.